Puede ser históricamente mala con ese inicio a la buena de Dios, en la que un tipo que cae desde un avión pero que no se le abre el paracaídas llega a tierra intacto, muere pero de una pieza, y la otra que asegura que "esta selva no la conozco y eso que he estado en todas". ¡En todas! Ni que fuera Steven Seagal. Afortunadamente pasan los minutos y la película se asienta en un terreno cómodo en el que a cambio de no meter la pata demasiadas veces te ofrece un poco de acción para pasar el rato. Eso es ni más ni menos "Predators" una mera excusa para ver a estos bichos cazando humanos en la jungla mientras que estos se defienden como pueden, lo que viene a ser un calco de la original del año 1987.

La imaginación de los guionistas, que son dos, es espectacular. Soltamos a unos individuos en un planeta y venga pegar a tiros, sin más explicaciones, ni detalles. Casi mejor, porque cuando empiezan a hablar no dejan de soltar necedades, aunque en este apartado nadie desentona. Me pregunto por qué equiparan a mafiosos y psicópatas con soldados de élite, como si moralmente fuera lo mismo o cómo pueden reconocer una planta si se hallan en un planeta desconocido. Por lo demás, incluye otros errores en la planificación de las escenas, gente que va corriendo detrás de otro y se pierde o mozos que salen despedidos para aparecer por otro lado, pero reconozco que no me ha resultado tan mala como creía.