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5
Drama Catherine Morland, la hija de un clérigo rural, es invitada por los señores Allen a pasar el verano en Bath. Allí conocerá a la familia Thorpe, incluida Isabella, que se compromete con James, hermano de Catherine, y a John, el hermano de Isabella que se siente atraído por Catherine. (FILMAFFINITY)
24 de octubre de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque muchos no lo crean, Jean Austin no es una escritora para nada romántica. En realidad sus libros suponen una crítica en toda regla del romanticismo imperante en aquellos años, inclinándose de largo por la cabeza frente al corazón. De hecho, su descripción no exenta de crítica de la sociedad que vivió la convierten en una de las iniciadoras del realismo literario. Sin embargo, es curioso que las numerosas adaptaciones cinematográficas de sus novelas consigan transmitir aquello que no pretendía la autora, supongo que porque son de época y porque me temo que las alteramos a cosa hecha para hacerlas más románticas y apasionadas de lo que son.

Lo que digo queda perfectamente reflejado en esta "La abadía de Northanger" película con escasas pretensiones pero, no obstante, entretenida. La historia gira sobre la maduración personal de una Catherine Morland, que tiene que evolucionar de una personalidad completamente fantasiosa a un realismo sereno. Con su escrito, Jean Austen nos invita a poner los pies en suelo y dejarnos de ensoñaciones al mismo tiempo que pone en la picota la novela gótica de escritores como Ann Radcliffe, Horace Walpole o Matthew Gregory Lewis, que escribieron historias compuestas a base de terror, fantasía y amor dentro de una imaginaría romántica que incluye paisajes sombríos, bosques, castillos, ruinas abandonadas y mucho exotismo. Como se ve, la novela gótica es de lo más interesante que puede haber.

Sin embargo, a mi la Catherine Morland inicial me encanta, y no sólo por la actriz que la interpreta, Felicity Jones, más bien mona, sino por su personalidad infantil y femenina. Además esa prodigiosa imaginación, esas fabulaciones que la asaltan en cualquier momento, esa capacidad de acceder a un mundo de fantasía transformando por completo la realidad cotidiana más prosaica, me fascina. De hecho sus evocaciones dramáticas son la parte más divertida, con mucho de esta "La abadía de Northanger". De tal modo que esa pretendida evolución no me gusta nada y de hecho prefiero creer que en el fondo ella sigue teniendo ese alma sensiblemente romántica y fantasiosa. Por que mi deseo es que Catherine Morland siga siendo como es al principio, que no cambie nunca.
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