Una fotografía en blanco y negro que nos muestra con una claridad absoluta como una persona normal, con amistades normales y una familia normal, se pudo ver envuelto en la espiral nazi, en la crueldad más absoluta, por una mezcla de miedo y de raza.

Paul Luka encarna perfectamente a ese hombre de negocios bien posicionado, que visita su país natal y se ve rodeado de toda esa negatividad hasta las últimas consecuencias, y Carl Edsmond, que interpreta a un barón alemán, despiadado, autoritario, con la mente totalmente absorbida por el nacionalsocialismo, y cuya figura o ejemplo. probablemente nos hayamos cansado de ver en filmes haciendo de oficial en cualquier campo de concentración nazi, porque esta película es previa a la gran confrontación

Destacar la dureza para la película, impresión personal, más en los sicológico que en lo visual, rayando en lo desagradable en muchos momentos mostrando magistralmente una cruda realidad, la imposición de cultura y conductas para coexistir con ellas y hacer partícipe a un país entero, y después querer hacerlo en el resto del mundo. Un mundo ruin del ser humano como salida a una situación de supervivencia en la antesala de todo.

Así se fue gestando la barbarie nazi. Un 7,5.