Película con marcado sello de su directora, una Pilar Miró brillante para algunos, y aburrida para otros, en los que me incluyo.

Una historia cerca del mar, en torno a un matrimonio separado con un hijo con problemas psicológicos (una especie de autismo), y un profesor de griego que se enamora de la mujer y la mujer de él, en un amor demasiado romántico, demasiado platónico y demasiado filosófico.

La película es un continuo susurro, una sucesión de diálogos interesantes pero todos una voz muy baja y acompañada de una música que es la que le pone el tono alto a la película, aunque no de calidad, sino de intensidad. Una historia triste, melancólica, gris y muy fría, bien interpretada, en líneas generales, pero muy aburrida, muy lenta, y que acaba como no puede ser de otra manera. Entre regular y pasable. Un 4,5.