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Voto de Ramón Parellada Martín:
9
8,2
149.275
Terror
Jack Torrance se traslada con su mujer y su hijo de siete años al impresionante hotel Overlook, en Colorado, para encargarse del mantenimiento de las instalaciones durante la temporada invernal, época en la que permanece cerrado y aislado por la nieve. Su objetivo es encontrar paz y sosiego para escribir una novela. Sin embargo, poco después de su llegada al hotel, al mismo tiempo que Jack empieza a padecer inquietantes trastornos de ... [+]
18 de enero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El libro es mejor. Se definen mucho más los personajes, su pasado, sus pros, sus contras; la caída de Jack hacia la locura absoluta es mucho más lenta y escalonada.
Sin embargo, eso no quita que ésta sea una película maravillosa, una auténtica joya del cine de terror, probablemente del cine en general. Sin embargo, es extraño llamar al Resplandor "película de terror". Yo la veo más como una película de inquietud. Y es que, salvo tal vez en las escenas finales, no se usa el terror de una manera clara. Se usa la incomodidad, la confusión, la incertidumbre y, sobretodo, la inquietud. Y esa inquietud va creciendo, justo como la locura y el instinto asesino de Jack Torrance se despiertan en su interior. Al mismo ritmo. Volveré a ese punto más adelante.
Ésta película, además, realiza un logro que, aunque a simple vista no parezca una gran cosa, es, al menos en mi opinión, bastante difícil de lograr: Sin dejar de lado ni por un momento la calidad a nivel cinematográfica, la película no llega a volverse insípida, ni densa, ni deja de tener la capacidad de hacer disfrutar al espectador. En ningún momento se vuelve aburrida.
Hablando, por cierto, de calidad cinematográfica: Todos y cada uno de los actores son un regalo a la vista. Y no por guapos (Te estoy mirando a ti, Shelley Duvall). Las actuaciones están increíblemente logradas. Para empezar, Jack Nicholson se luce. Es indiscutible. Shelley Duvall hace un trabajo excelente, tanto cuando está confusa, como cuando está llorando o gritando, aunque es normal, sabiendo que Kubrick, así como era, la marginó, prohibió a los demás miembros del rodaje que no se hiciesen sus amigos y la torturó emocional y psicológicamente cuánto pudo para que se metiese en el personaje. La mayoría de los llantos de Wendy son en realidad de Shelley. Danny Lloyd es, para su edad, un gran actor, y es una pena que no actuase para más
películas.
Hasta los secundarios convencen; Scatman Crothers dota de carisma a un ya de por si encantador Richard Hallorann, y la corta aparición de James Bond como Stuart Ullman es cuánto menos convincente. Por no
mencionar a Delbert Grady, y sus pocas (Aunque aterradoras) líneas.
Aunque, sinceramente, sería un pecado no hacerlo bien y, por ende, destrozar un guion tan bien elaborado. Porque esa es otra, el guion es genial. Nos muestra el terror más puro en Danny, la desagradable sensación de qué aquel al que amas ya no es esa persona en Wendy y lo que lleva a un loco a tomar la decisión de matar a su mujer y a su hijo, amén de todo aquel que intente impedírselo en Jack.
Sin embargo, y aunque suene increíble, no son ni las actuaciones ni el guion lo mejor de esta película: Es la puesta en escena. Apesta a Kubrick (En el buen sentido). Como dije antes, TODO en esta película es inquietante, Y eso es por el motivo de que está concebido para serlo.
Las actuaciones de Jack suman mucho a este apartado, hay que decirlo. Pero aparte de ello, los movimientos de la cámara, el sonido de la máquina de escribir, la música (Oh, la música) y el sonido, la iluminación, TODO. Estos últimos tres puntos aportan bastante también. Por poner un par de ejemplos. a los quince minutos de película, más o menos, en la escena en la que Hallorann les enseña la segunda despensa a Wendy y a Danny, un ruido agudo empieza a sonar y a hacerse cada vez más agudo, mientras una música compuesta por sonidos cortos acompaña a lo que dice Hallorann, que está enumerando la comida que allí hay.
Pues bien, lo curioso es que la voz de Hallorann acompaña a la música. Las letras más sonoras van acompañadas por los golpes de música, y eso es increíble. Al menos en la Versión Original. Que esa es otra, el doblaje al castellano es horrible. Y eso que soy un ferviente defensor del doblaje en general. Aunque las voces son parecidas, apenas actúan. Aunque quizá pensándolo bien, ese deje de indiferencia, ese hastiado murmullo le pegue bien a la película. El caso es que unos minutos después vemos a Jack tirando una pelota al suelo con fuerza, y justo cuándo chocan suelo y pelota, otro de esos golpes musicales suena. Incluso el ruido del triciclo de Danny puede contribuir a dar esa sensación: Madera, moqueta, madera, moqueta, madera, madera, moqueta. Ese tipo de cosas, aunque no lo parezcan aportan mucho a esa sensación de inquietud.
Otro elemento que ayuda mucho es la cara de Shelley Duvall. Es indescriptible, solo quien vea la película comprenderá a que me refiero. Sin intención de ofender, es bastante fea. Y eso, al menos en esta película, es algo muy bueno. Además de todo eso, en todo el filme hay cosas que causan inconscientemente inquietud. No sabemos lo que es, pero ahí hay algo que no cuadra. Como que el Hotel Overlook sea, literalmente hablando, físicamente imposible.
En resumen, El Resplandor es una película que hay que ver, un clásico instantáneo e indiscutible que reivindicó el género del terror. Causará mucho más pesadillas que aquellas películas que abusan del susto fácil con imágenes repentinas y ruidos fuertes, que tan en boga parecen estar hoy en día.
Espero que ésta crítica anime a verla a quien aún no lo haya hecho y a volverla a ver a quién sí.
Muchas gracias.
P.D: A continuación, en la Zona Spoiler, repasaré algunas de las escenas, secuencias y frases más memorables de la película.
Sin embargo, eso no quita que ésta sea una película maravillosa, una auténtica joya del cine de terror, probablemente del cine en general. Sin embargo, es extraño llamar al Resplandor "película de terror". Yo la veo más como una película de inquietud. Y es que, salvo tal vez en las escenas finales, no se usa el terror de una manera clara. Se usa la incomodidad, la confusión, la incertidumbre y, sobretodo, la inquietud. Y esa inquietud va creciendo, justo como la locura y el instinto asesino de Jack Torrance se despiertan en su interior. Al mismo ritmo. Volveré a ese punto más adelante.
Ésta película, además, realiza un logro que, aunque a simple vista no parezca una gran cosa, es, al menos en mi opinión, bastante difícil de lograr: Sin dejar de lado ni por un momento la calidad a nivel cinematográfica, la película no llega a volverse insípida, ni densa, ni deja de tener la capacidad de hacer disfrutar al espectador. En ningún momento se vuelve aburrida.
Hablando, por cierto, de calidad cinematográfica: Todos y cada uno de los actores son un regalo a la vista. Y no por guapos (Te estoy mirando a ti, Shelley Duvall). Las actuaciones están increíblemente logradas. Para empezar, Jack Nicholson se luce. Es indiscutible. Shelley Duvall hace un trabajo excelente, tanto cuando está confusa, como cuando está llorando o gritando, aunque es normal, sabiendo que Kubrick, así como era, la marginó, prohibió a los demás miembros del rodaje que no se hiciesen sus amigos y la torturó emocional y psicológicamente cuánto pudo para que se metiese en el personaje. La mayoría de los llantos de Wendy son en realidad de Shelley. Danny Lloyd es, para su edad, un gran actor, y es una pena que no actuase para más
películas.
Hasta los secundarios convencen; Scatman Crothers dota de carisma a un ya de por si encantador Richard Hallorann, y la corta aparición de James Bond como Stuart Ullman es cuánto menos convincente. Por no
mencionar a Delbert Grady, y sus pocas (Aunque aterradoras) líneas.
Aunque, sinceramente, sería un pecado no hacerlo bien y, por ende, destrozar un guion tan bien elaborado. Porque esa es otra, el guion es genial. Nos muestra el terror más puro en Danny, la desagradable sensación de qué aquel al que amas ya no es esa persona en Wendy y lo que lleva a un loco a tomar la decisión de matar a su mujer y a su hijo, amén de todo aquel que intente impedírselo en Jack.
Sin embargo, y aunque suene increíble, no son ni las actuaciones ni el guion lo mejor de esta película: Es la puesta en escena. Apesta a Kubrick (En el buen sentido). Como dije antes, TODO en esta película es inquietante, Y eso es por el motivo de que está concebido para serlo.
Las actuaciones de Jack suman mucho a este apartado, hay que decirlo. Pero aparte de ello, los movimientos de la cámara, el sonido de la máquina de escribir, la música (Oh, la música) y el sonido, la iluminación, TODO. Estos últimos tres puntos aportan bastante también. Por poner un par de ejemplos. a los quince minutos de película, más o menos, en la escena en la que Hallorann les enseña la segunda despensa a Wendy y a Danny, un ruido agudo empieza a sonar y a hacerse cada vez más agudo, mientras una música compuesta por sonidos cortos acompaña a lo que dice Hallorann, que está enumerando la comida que allí hay.
Pues bien, lo curioso es que la voz de Hallorann acompaña a la música. Las letras más sonoras van acompañadas por los golpes de música, y eso es increíble. Al menos en la Versión Original. Que esa es otra, el doblaje al castellano es horrible. Y eso que soy un ferviente defensor del doblaje en general. Aunque las voces son parecidas, apenas actúan. Aunque quizá pensándolo bien, ese deje de indiferencia, ese hastiado murmullo le pegue bien a la película. El caso es que unos minutos después vemos a Jack tirando una pelota al suelo con fuerza, y justo cuándo chocan suelo y pelota, otro de esos golpes musicales suena. Incluso el ruido del triciclo de Danny puede contribuir a dar esa sensación: Madera, moqueta, madera, moqueta, madera, madera, moqueta. Ese tipo de cosas, aunque no lo parezcan aportan mucho a esa sensación de inquietud.
Otro elemento que ayuda mucho es la cara de Shelley Duvall. Es indescriptible, solo quien vea la película comprenderá a que me refiero. Sin intención de ofender, es bastante fea. Y eso, al menos en esta película, es algo muy bueno. Además de todo eso, en todo el filme hay cosas que causan inconscientemente inquietud. No sabemos lo que es, pero ahí hay algo que no cuadra. Como que el Hotel Overlook sea, literalmente hablando, físicamente imposible.
En resumen, El Resplandor es una película que hay que ver, un clásico instantáneo e indiscutible que reivindicó el género del terror. Causará mucho más pesadillas que aquellas películas que abusan del susto fácil con imágenes repentinas y ruidos fuertes, que tan en boga parecen estar hoy en día.
Espero que ésta crítica anime a verla a quien aún no lo haya hecho y a volverla a ver a quién sí.
Muchas gracias.
P.D: A continuación, en la Zona Spoiler, repasaré algunas de las escenas, secuencias y frases más memorables de la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Para empezar, la escena inicial: La isla girando, el coche avanzando lento pero seguro por la carretera, la sombra del helicóptero, la música (Oh, la música. Sí, otra vez), el título y los créditos entrando en ese azul claro y de esa manera tan simplista y, finalmente, un plano abierto del Hotel Overlook, todo ello introduciendo de una manera sublime a la película que vamos a ver.
Un buen rato después tiene lugar una de las escenas más memorables: La de la máquina de escribir. En ésta, una ingenua Wendy visita a su marido, que se haya ocupado escribiendo, y éste no duda en hacerle saber que eso le ha molestado ligeramente: "Wendy, déjame explicarte algo. Cada vez que entras aquí y me interrumpes rompes mi concentración. ¡Me distraes! ¡Y me cuesta un tiempo volver a donde estaba! Así que vamos a poner una nueva regla. Cada vez que yo esté aquí y oigas la máquina de escribir... ¡O aunque no la oigas, si estoy aquí es que estoy trabajando! No entres. Así que, ¿Por que no te vas de una **** vez y dejas ya de *****me?".
Solo un poco después vemos una "conmovedora" conversación padre-hijo, que concluye con un: "Danny, te quiero. Eres lo que más quiero en el mundo entero. Nunca te haría daño. ¿Entiendes eso? Bien." Aquí lo importante es cómo lo dice, no el qué.
Cuándo un rato después oye gritar a su marido, Wendy olvida el suceso anterior y acude en su ayuda. Está gritando dormido sobre su escritorio: "Era la pesadilla más horrible que he tenido jamás. Soñaba que os mataba a ti y a Danny. Pero no solo os mataba. Os cortaba en pedacitos ".
Otra gran escena tiene lugar poco después de esto, cuándo Jack va al bar. "Daría lo que fuera por un trago. Daría mi maldita alma por un buen vaso de cerveza fría." Se tapa la cara y, cuándo aparta las manos, Voilà! El bueno de Lloyd le sirve un baso de Bourbon. Jack, agradecido, le revela un secretito. "Le hice daño una vez, ¿Vale? Fue un accidente, de ninguna manera intencional. Pudo haberle pasado a cualquiera. ¡Y fue hace tres malditos años! ¡El pequeño ****** había tirado todos mis papeles por el suelo! Todo lo que quería era levantarlo del suelo. Una momentánea pérdida de coordinación muscular. Me refiero a... unas pocas libras extra de energía por segundo... por segundo".
Un rato después, Wendy propone llevar a Danny al médico, y, por consiguiente, abandonar el hotel. Jack reacciona de una manera... curiosa. "¡Es tan ****mente típico de ti crear un problema como este cuándo finalmente obtengo una oportunidad de realizar algo! Cuándo realmente estoy en mi trabajo. ¿Podría acabar de escribir si volviese a Boulder ahora? ¿Podría? Podría quitar nieve de las carreteras, lavar coches... ¿Algo de eso te importa? Wendy, te he dejado controlar mi **** vida demasiado, pero no te voy a dejar controlar esto".
Jack se va enfadado al bar, donde se está realizando una fiesta. En los baños tiene lugar la que probablemente sea la escena más fiel al libro: La conversación con el antiguo cuidador del hotel, Delbert Grady. "Al principio mis hijas no querían venir aquí. Una de ellas cogió una caja de cerillas e intentó quemar el hotel. Entonces las corregí. Y cuándo mi mujer intentó impedirme hacer mi deber, la corregí a ella también."
Jack, convencido ya de lo que debe hacer, se dirige a la sala de escribir, donde Wendy estaba hojeando su trabajo (Todo trabajo y nada de juego hacen de Jack un niño aburrido. Todo trabajo y nada de juego hacen de Jack un niño aburrido. Todo tra...) con un bate en la mano. Es la famosa escena del bate. El punto álgido de la película. Allí donde todo se torna rojo. "Wendy. Cariño. Luz de mi vida. No voy a hacerte daño. No me has dejado terminar mi frase. He dicho: No voy a hacerte daño. Solo voy a aplastarte los sesos". Valió la pena que se intentase 127 veces, quedó espectacular.
Todas esas escenas (Y todas las demás) son geniales, inigualables. Ved la peli. Vedla otra vez. Leed el libro. Disfrutad.
Y muchas gracias por leer esto hasta el final.
Un buen rato después tiene lugar una de las escenas más memorables: La de la máquina de escribir. En ésta, una ingenua Wendy visita a su marido, que se haya ocupado escribiendo, y éste no duda en hacerle saber que eso le ha molestado ligeramente: "Wendy, déjame explicarte algo. Cada vez que entras aquí y me interrumpes rompes mi concentración. ¡Me distraes! ¡Y me cuesta un tiempo volver a donde estaba! Así que vamos a poner una nueva regla. Cada vez que yo esté aquí y oigas la máquina de escribir... ¡O aunque no la oigas, si estoy aquí es que estoy trabajando! No entres. Así que, ¿Por que no te vas de una **** vez y dejas ya de *****me?".
Solo un poco después vemos una "conmovedora" conversación padre-hijo, que concluye con un: "Danny, te quiero. Eres lo que más quiero en el mundo entero. Nunca te haría daño. ¿Entiendes eso? Bien." Aquí lo importante es cómo lo dice, no el qué.
Cuándo un rato después oye gritar a su marido, Wendy olvida el suceso anterior y acude en su ayuda. Está gritando dormido sobre su escritorio: "Era la pesadilla más horrible que he tenido jamás. Soñaba que os mataba a ti y a Danny. Pero no solo os mataba. Os cortaba en pedacitos ".
Otra gran escena tiene lugar poco después de esto, cuándo Jack va al bar. "Daría lo que fuera por un trago. Daría mi maldita alma por un buen vaso de cerveza fría." Se tapa la cara y, cuándo aparta las manos, Voilà! El bueno de Lloyd le sirve un baso de Bourbon. Jack, agradecido, le revela un secretito. "Le hice daño una vez, ¿Vale? Fue un accidente, de ninguna manera intencional. Pudo haberle pasado a cualquiera. ¡Y fue hace tres malditos años! ¡El pequeño ****** había tirado todos mis papeles por el suelo! Todo lo que quería era levantarlo del suelo. Una momentánea pérdida de coordinación muscular. Me refiero a... unas pocas libras extra de energía por segundo... por segundo".
Un rato después, Wendy propone llevar a Danny al médico, y, por consiguiente, abandonar el hotel. Jack reacciona de una manera... curiosa. "¡Es tan ****mente típico de ti crear un problema como este cuándo finalmente obtengo una oportunidad de realizar algo! Cuándo realmente estoy en mi trabajo. ¿Podría acabar de escribir si volviese a Boulder ahora? ¿Podría? Podría quitar nieve de las carreteras, lavar coches... ¿Algo de eso te importa? Wendy, te he dejado controlar mi **** vida demasiado, pero no te voy a dejar controlar esto".
Jack se va enfadado al bar, donde se está realizando una fiesta. En los baños tiene lugar la que probablemente sea la escena más fiel al libro: La conversación con el antiguo cuidador del hotel, Delbert Grady. "Al principio mis hijas no querían venir aquí. Una de ellas cogió una caja de cerillas e intentó quemar el hotel. Entonces las corregí. Y cuándo mi mujer intentó impedirme hacer mi deber, la corregí a ella también."
Jack, convencido ya de lo que debe hacer, se dirige a la sala de escribir, donde Wendy estaba hojeando su trabajo (Todo trabajo y nada de juego hacen de Jack un niño aburrido. Todo trabajo y nada de juego hacen de Jack un niño aburrido. Todo tra...) con un bate en la mano. Es la famosa escena del bate. El punto álgido de la película. Allí donde todo se torna rojo. "Wendy. Cariño. Luz de mi vida. No voy a hacerte daño. No me has dejado terminar mi frase. He dicho: No voy a hacerte daño. Solo voy a aplastarte los sesos". Valió la pena que se intentase 127 veces, quedó espectacular.
Todas esas escenas (Y todas las demás) son geniales, inigualables. Ved la peli. Vedla otra vez. Leed el libro. Disfrutad.
Y muchas gracias por leer esto hasta el final.