Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Ramón Parellada Martín
1 2 >>
Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
9
18 de enero de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pongámonos en situación: Un supuesto parricidio. Un juicio. Un tribunal. 12 hombres. Una habitación. Una decisión. Culpable o Inocente. Muerte o absolución. Unanimidad necesaria. ¿Votos por culpable? 11 manos se levantan. ¿Votos por inocente? Una mano se levanta. Empieza el espectáculo.

Con estos elementos Sidney Lumet crea una joya atemporal en la que se pueden identificar dos facetas: Un filme de misterio, siempre con la incertidumbre de si el chico mató a su padre o no (Cosa que no llega a saberse con certeza en ningún momento, lo cual crea una ambigüedad deliciosa) y una película con un trasfondo moral: Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. ¿Pero desde donde se puede considerar demostrada la culpabilidad?

Como ven, trata un tema de brutal actualidad, pero hay varios elementos que nos demuestran que es de por lo menos hace cincuenta años. Mi favorito es que en casi todo momento, por lo menos un personaje fuma.
En cierto momento, el número 8 (El que votó por la inocencia del muchacho) comienza a sembrar la duda, nunca la certidumbre, de si realmente está tan clara la culpabilidad del muchacho. Ambas facetas se desarrollan a la perfección.

Vamos conociendo los detalles del caso y, al mismo tiempo, el número 8 nos hace reflexionar. Hay dos o tres sorpresas, elementos que nos hacen replantearnos el caso a nosotros, e incluso un giro inesperado, y la película acaba.

Cinematográficamente es aceptable. Las actuaciones son bastante (O incluso diría que muy) buenas y la fotografía es aceptable, al menos para tener lugar en una única habitación. En ocasiones (Pocas) pierde un poco el ritmo y se torna ligeramente aburrida durante un par de minutos, pero se recupera enseguida.

¿Queda todavía algo que decir?

Sí.

Que he mentido.

No son dos facetas las que tiene, sino tres.

La tercera son los personajes: Los doce miembros del jurado.

Y es que los personajes son, en mi opinión, el punto fuerte de la película. Y eso que todo lo demás lo hace muy bien.

Tenemos delante a doce hombres reales. Y la gran mayoría tienen piedad, a pesar de lo que diga el título. La
mayoría tiene, al menos por ahora, motivos perfectamente comprensibles para votar Culpable. Todos son humanos.

Tienen sus personalidades, sus manías, sus vidas. Algunos ceden fácilmente, otros se mantienen en sus trece. Están extraordinariamente definidos, y acabas empatizando con (casi) todos, lo cual es difícil de lograr en una película de solamente 95 minutos, más aún siendo doce.

Y es que poco a poco vamos conociéndolos en profundidad, uno a uno. Conocemos retazos de su pasado y presente, y sentimos que les conocemos de toda la vida.

Porque lo hacemos.

Doce, aunque no lo parezca, es un número alto. Y probablemente, si reuniésemos a doce personas aleatorias acabaríamos con un conjunto parecido a lo que se muestra en el filme.

Al ver la película, es increíblemente fácil que alguno de sus protagonistas nos recuerde a un conocido. O a varios.

O a nosotros mismos.

Es curioso, les conocemos y ni siquiera sabemos sus nombres. Solo en los últimos quince segundos nos enteramos de los nombres de dos. Dos de doce. Eso es como uno de seis. Es poco. Pero sobra. Es más, esa
escena podría haberse eliminado y ni se notaría. Quizás (Solo quizás) incluso sobrase.

Y eso es porque no es necesario saber sus nombres. Ya sabemos como son por lo que hicieron y dijeron en la
hora y media precedente.

Una de las críticas que peor pone esta película, la dota con un 1. Dice, entre otras cosas:

"La película no aporta nada, sólo vemos a personas que sin una argumentación sólida cambian su opinión."

Estoy en desacuerdo excepto por una cosa. Y es que, aunque es probable que haya sido completamente sin la intención que le voy a dar, no usa la palabra "personajes". Usa la palabra "Personas".

Estas tres facetas son, pues, excelentes, tanto a nivel cinematográfico como moral, intelectual y también en la capacidad de entretener.

Muy recomendable, sin duda. Que no amedrente el hecho de que sea de 1957, sigue perfectamente, apenas ha envejecido. Por ello recomiendo encarecidamente a todo el que todavía no la haya visto que lo haga, y aquel que ya la haya disfrutado vuelva a hacerlo.

Muchas gracias.
Ramón Parellada Martín
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
22 de enero de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una bellísima película en la que se nos cuenta la relativamente corta pero profunda amistad entre dos seres opuestos pero igualmente puros: Un hombre que ni siquiera sabe cuántos años tiene, que tuvo y perdió todo, criado en la naturaleza, que vive en total ignorancia en lo que a temas culturales o intelectuales se refiere, pero hondamente sabio en conocimientos naturales, pues es uno con todas las gentes; y un capitán con la misión de cartografiar distintas zonas, de un gran corazón, pero que no conoce los misterios de la vida en la naturaleza.

Los destinos de ambos se cruzarán y crearán una amistad que no flojeará por muchos años que pasen, ni en los momentos más difíciles.

Debo decir que poco hay que decir que no se haya dicho ya. Sin embargo, intentaré decir algo sobre esta delicia para la mente y el espíritu.

Técnicamente, es una película muy buena. La fotografía y ambientación son excelentes, así como las interpretaciones por parte de todo el elenco. Además, el guión ofrece una historia sólida, y está excelentemente rodada, de forma que, a pesar de su larga duración, no se hace en ningún momento pesada, tediosa o aburrida.

Sin embargo, donde realmente brilla ésta película es en el aspecto moral. Nos deja enseñanzas tanto humanas como naturales. Nos enseña el valor intrínseco que adquiere la amistad cuándo se presenta de forma espontánea, genuina y pura. Nos enseña también el valor de la vida natural, en respeto y armonía con todos los seres, o con todas las gentes.

No hay mucho más que decir, ya que lo que no se puede expresar con palabras será expresado al lector con sentimientos cuándo contemple éste maravilloso filme.

Muy recomendable.

Muchas gracias.
Ramón Parellada Martín
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
21 de enero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diría que no comprendo el por qué del odio hacia esta miniserie, pero estaría mintiendo. El motivo es bastante sencillo: Cae en comparación con la excelente película de Kubrick. Ésto, en mi opinión, es completamente absurdo, ya que ambos productos son perfectamente disfrutables y complementarios, así como el libro. Si ponemos, por poner un ejemplo, El Padrino (La película con mayor nota aquí, en filmaffinity) como la perfección, con un 10, y la comparamos con películas que normalmente tendrían un 6 o un 7, nos saldrá que éstas se quedan, por el mero hecho de compararlas, con un 3 o un 4. Ésto es un horrible error, en mi opinión.

Además, en algunos aspectos, ésta película supera a la de Kubrick. Ésto lo retomaré más adelante.

Técnicamente, la película no es gran cosa. No se le acerca a la versión que el director de La Naranja Mecánica hizo 17 años atrás. Sin embargo, la ambientación en el hotel si que es interesante, y logra un trabajo bastante decente. Crea un nuevo Hotel Overlook que es, al igual que el de Kubrick, un regalo para la vista.

Las actuaciones tienen sus altibajos. Steven Weber lo hace a ratos bien y a otros un poquito regular. No se le puede comparar ni de lejos con el legendario Jack Nicholson, pero hace un trabajo bastante decente. Lo mismo con Rebecca de Mornay, que es más estable y se mantiene los tres episodios en la misma línea, sin dejarnos boquiabiertos, pero tampoco sin decepcionarnos al encarnarse en Wendy Torrance. He leído bastantes comentarios negativos hacia la actuación de Courtland Mead, pero a mi me parece que, para su edad, lo hace casi tan bien como Danny Lloyd en la original. Y al igual que sucede con Weber y Nicholson, Melvin van Peebles (Pero que nombre más gracioso, por Dios), a pesar de hacer un trabajo excelente como Dick Hallorann, queda a la sombra del carismático Scatman Crothers.

Los cortes entre escena y escena pueden ser algo extraños de ver si vemos la serie toda seguida, ya que a cada rato había un pequeño espacio para publicidad, que actúa como un pequeño sistema para dejar en vela, pero claro, todo esto es inútil si se ve en DVD, VHS o en línea.

Como vemos, a nivel técnico y cinematográfico, es bastante decente, sin llegar, por supuesto, al nivel de su predecesora.

Sin embargo, hay un par de aspectos que la superan.

Para empezar, el guión. Esto es bastante normal, ya que es una adaptación casi exacta al libro. Digo casi porque, a pesar de lo que se suele asegurar, no es exactamente igual. Algunos detalles cambian, e incluso se añaden, quitan y modifican algunas escenas. Sin embargo, sigue siendo muy fiel.

El caso es que, al igual que en el libro, la historia está mucho mejor contextualizada, sabemos mejor que es lo que pasa. Vemos a un hombre descender a la locura, no a un loco que le daba rienda suelta. Y la transición de Jack está bastante mejor llevada aquí que en la original. Es lenta, y cuándo ya está completamente loco te preguntas cuándo ha pasado, porque no te has dado cuenta. El momento exacto es difuso. El resto de personajes también está, en general, mejor definidos, y el Resplandor, que es, además, lo que da nombre a ambas versiones, se explora mucho más que en el filme de Kubrick.

Otro de los puntos en las que ésta miniserie sale ganando es el doblaje, aunque la verdad, ésto no era muy difícil. Eso sí, la voz de Danny sigue siendo bastante regulera.

Uno de los defectos que más veo que la gente critica de esta versión es su duración (Cuatro horas y media no son moco de pavo), pero yo esto lo veo, como mucho, como un mal necesario; o incluso como un punto a favor, ya que, al no aburrir y mantener entretenido, e incluso enganchado, tienes asegurada una tarde entretenida.

En resumen, es una miniserie con aires de película larga que vale la pena ver, sobretodo para complementar la historia de la otra, y es un buen postre si te has leído el libro. No decepciona, más bien lo contrario.

Muchas gracias.
Ramón Parellada Martín
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
21 de enero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ésto, más que una película, es una sucesión de sketches con apenas relación entre si, unidos por un vago hilo conductor, lo que recuerda en cierto modo a los especiales de nochevieja de José Mota. Algunas de estas secuencias son regulares. Todas las demás son desternillantes.

Si bien a nivel técnico no es gran cosa, eso no impide disfrutarla como un niño y troncharse cada vez que alguien dice o hace un sinsentido. Humor mayormente blanco, aunque a veces algo ácido, que tiene la capacidad de hacerte reír por tonto que sea.

Monty Python en estado puro.

Como ya he dicho antes, apenas hay relación entre unas escenas y otras, por lo que el final puede llegar a ser un poco abrupto y algo estúpido (Como toda la película), pero en absoluto deja un mal sabor de boca.

En resumen, una película para alegrar la tarde y pasar una hora y media riendo como un idiota. Muy recomendable si estás aburrido.

Muchas gracias.

P.D: Es mejor no leerse la contraportada del DVD, ya que probablemente se mencionen un par de gags. En esta película lo mejor es entrar completamente ciego.
Ramón Parellada Martín
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
20 de enero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy un fan acérrimo de las películas románticas. La mayoría me parecen sosas, estúpidas y completamente olvidables, salvo algunas excepciones. Ésta es una de esas excepciones. Es más, diría que no solo no me ha desagradado, sino que me ha gustado bastante.

Ya está bien de las trilladas historias estadounidenses en las que un chico se enamora de una chica porque se tropiezan en la calle y a ella se le caen los libros, y él le ayuda a recogerlos, sus manos se tocan, sus ojos se miran, un rato después están besándose apasionadamente y otro después él la está engañando con su mejor amiga. ¡Éste es el cine romántico que debería producirse!

Ése tipo de películas suelen ser unas cursilerías muy grandes, que ni siquiera llegan a conmover.

Ésta es una película bonita, pero que no llega en ningún momento a lo cursi.

En la simpleza está la perfección, o eso dicen. Ésta es una película muy simple. Una chica se enamora de un chico, y un chico de una chica. No hay más. No hay villano, no hay giros inesperados, ni nada de eso. Y no es perfecta, pero se le acerca peligrosamente.

Hay una distinción entre el gris presente en blanco y negro y el pasado, que siempre recordamos mejor, en un bello colorido. Éste recurso, aunque está poco explotado, no es nuevo, y aunque no sorprende tanto como en El Mago de Oz, ya que por aquella época el Technicolor era muy reciente, sirve para destacar enormemente la belleza de la fotografía que vemos en las secuencias del pasado.

Y es que, probablemente, la fotografía sea el punto fuerte de la película. No recuerdo haber visto paisajes más hermosos en ninguna película. Y la música no se queda muy atrás.

Es una película preciosista, hemos de admitirlo.

Sin embargo, una historia de amor simple y tan bella como lo que vemos y oímos no es lo único con lo que nos deleita este filme. También aprendemos, gracias a la voz en off del hijo, algunas muy interesantes costumbres de la China antigua.

En síntesis, es una película que hay que ver, aunque solo sea por el placer de la fotografía, que sin embargo es probable que acabe cautivando también por la historia que se cuenta, tan bella, rodeada sin embargo por los extremos tristes en blanco y negro.

Muy recomendable.

Muchas gracias.
Ramón Parellada Martín
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Más sobre Ramón Parellada Martín
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow