En el último tramo de su carrera, Robert Wise coqueteó con la ciencia-ficción. Este fue su primer paso (el segundo vendría en 1979 con 'Star Trek, la película'), y pretende vender una visión aterradora de un virus extraterrestre, pero nada más lejos de la realidad.

El virus cuyo nombre está en el título de esta película no es una amenaza, o al menos no se siente como tal. Se pretende que lo sea, pero no inspira terror ni miedo, y así no hay quien entre en situación. Por otro lado, creo que cuando se llega a la parte de los laboratorios pierden demasiado tiempo con tecnicismos y experimentos. Más que una película parecía un documental.

Es una pena porque en esta película había realmente potencial para haber sacado mucho más. El virus estaba bien pensado y el principio en aquel poblado era algo inquietante, además de que los efectos especiales son de primera categoría y algunas escenas usan ingeniosamente diversos planos simultáneos; lo que mata a esta película es la narrativa lenta y pesada en un trozo concreto y la falta de existencia de amenaza del virus como tal.

Hay películas que juegan con esta temática mucho más eficaces y sin marear tanto. 'La amenaza de Andrómeda' se queda en un 'quiero y no puedo' en la que la relegaré al olvido en mi memoria.

Al menos, me quedan las mejores películas de Robert Wise para 'reconciliarme' con él, porque entre la ya citada Star Trek y esta, no he empezado con buen pie.