John Huston es un director que cualquiera con conocimientos de cine sabe quién es y qué hizo. Se le recuerda por películas como 'El tesoro de Sierra Madre', 'El halcón maltés', 'La reina de África' o 'Cayo Largo'. Por esta película no, y por algo es.

No es que 'El último de la lista' sea un trozo de mierda putrefacta, pero sí que al verla se siente un aire de película desaprovechada, sobre todo con este juego de ocultar a grandes actores de la talla de Tony Curtis, Burt Lancaster, Frank Sinatra, Robert Mitchum y Kirk Douglas en máscaras que limitan su expresividad. Por suerte está George C. Scott como protagonista sin máscara para compensar.

Douglas y Mitchum son quienes se les saca más provecho dentro de lo que le dan sus roles y se nota que cuando intervienen la cinta sube, lástima que lo hagan de esta forma y se resienta el nivel. Todos estos nombres participan en una historia de intriga que tampoco es para vitorear al guionista, el ritmo es entretenido y hay partes ingeniosas, si bien no es algo que sea el summum de las historias de intriga.

John Huston quiso ir un paso más allá y se agradece el intento de innovar, solo que la cosa podría haber dado para mucho más si precisamente la historia pudiese haber aprovechado mejor a tan grandioso reparto, el mayor pecado del filme.