Si fuera uno de esos canales de YouTube que quiere ascender y ganar dinero estaría ahora mismo alabando este mediometraje que supone una de las raras excepciones en las que el compositor Michael Giacchino se pone tras las cámaras (a pesar de lo que puedan creer, no es su debut. No hay más que mirar su ficha en IMDB o en la misma Filmaffinity). Posiblemente estaría también diciendo que esto es de lo mejor de la fase 4 o la tan manida frase de "lo mejor de Marvel desde...". Afortunadamente para mi credibilidad, no lo soy.

Que no lo sea, no significa tampoco que vaya a rajar lo que no está en los escritos de esta obra a medias entre corto y largometraje. Se agradece un homenaje al antiguo cine de monstruos del Hollywood clásico, pero más allá de intenciones técnicas, con esos créditos de cine de antes y el blanco y negro comandando las escenas, o estilísticas no pasa de un mero experimento o rareza dentro del universo Marvel con un Gael García Bernal como protagonista más destacado.

A pesar de que Giacchino habrá puesto todo su amor e ilusión en el proyecto, tampoco creo que pretenda reinventar la rueda y su propuesta desde luego que no es arriesgada, aunque sí llevadera y bien ejecutada. El sabor de boca que deja al final es de algo que tira por recursos fáciles que son salvados por la música del mismo Giacchino, las actuaciones del trío García Bernal/Lauren Donnelly/Harriet Sansom Harris y unos efectos especiales que son lo suficientemente buenos para que no estén bajo ningún debate ni salga nadie del departamento de efectos diciendo que tuvieron poco tiempo. Al menos, esta vez parece que sí tuvieron tiempo de sobra.

La incógnita de si será esta la primera y última vez que los veremos en este universo está por ver, pero si vuelven ya veremos como; si ocurre y lo hacen mal, por supuesto habrá que decirlo.