Hacía como 14 años, al menos, que no me acercaba a este filme de Danny Boyle que supuso su regreso a la gran pantalla tras la decepcionante 'La playa' y ahora que se ha anunciado una tercera parte con Danny Boyle regresando de nuevo a la dirección en un largometraje llamado '28 años después', es un buen momento para volver a ver a Cillian Murphy despertando en una Londres desértica.

Del subgénero de zombis en el siglo XXI diría que estamos ante uno de sus máximos exponentes (tampoco es que esté soltando la gran revelación) por su aproximación más dramática que terrorífica, como hubiera sido lo normal en un proyecto de estas características. El guion de Alex Garland realiza una aproximación bastante realista de lo que sería si nos afectase una pandemia zombi (solo hay que recordar en España como la gente compraba a mansalva en los supermercados cuando el confinamiento estaba a la vuelta de la esquina en 2020) en el que un repartidor despierta en un hospital y, para su sorpresa, se encuentra en una Londres con menos vida que un 1 de enero por la mañana.

Para que la historia vaya desarrollándose era obvio que había que tener supervivientes, quienes llevan los rostros de Naomie Harris, Brendan Gleeson, Megan Burns y Christopher Eccleston como caras más conocidas acompañados de extras, ya sean humanos o muertos vivientes. En esta historia, Murphy y compañía tienen que vérselas con zombis y también con hijos de puta que caerán en la barbarie llegando a perder humanidad en una situación ya de por sí inhumana en un giro de guion bastante efectivo que lo introduce en el momento menos esperado.

El reparto principal interpretan bastante bien sus respectivos personajes, destacando sobre todo a Cillian Murphy quien empieza como un flacucho superviviente y termina como una máquina de matar por circunstancias en las que está obligado a sobrevivir llegando a recordar, con diferencias, a Martin Sheen en 'Apocalypse Now' quien también había sucumbido a parte de la locura y también se paseaba sin camiseta como lo hace el actor de 'Oppenheimer'. El ambiente tétrico también está muy bien conseguido y la banda sonora acompaña con temas de poco despliegue en su mayoría, aunque efectivos.

Este retorno ha sido satisfactorio, sin duda. Seguramente la primera vez que la vi no me pillo en una edad buena para que me entrase mejor y puedo ver ahora los aciertos que conforman este filme. No me parece la obra por antonomasia del subgénero zombi ('Amanecer de los muertos' o 'Tren a Busan' me parecen mejores), pero por su aproximación realista y el inspirado reparto la pondría en los primeros puestos sin duda alguna.