Rocky demostró que seguía estando en forma después del desafío psicológico en 'Rocky III' y realmente no había nadie en Estados Unidos capaz de hacerle sombra, así que había que acudir a la Unión Soviética para conseguir uno, solo que este no es uno cualquiera.

'Rocky IV' fue la siguiente secuela de la ya veterana franquicia, estrenada durante la guerra fría y qué mejor motivo que establecer un enfrentamiento EEUU-URSS. En términos de calidad creo que esta un poco por encima de 'Rocky III', si bien esta da unos cuantos momentos legendarios de toda la saga, imagino que cualquiera que esté leyendo esta reseña sabe a que momentos me refiero.

Parte de esas secuencias míticas son culpa de Dolph Lundgren, un actor que recién empezaba y cuya poca experiencia no fue impedimento para interpretar a quien es para mi gusto el mejor antagonista a quien se haya enfrentado Balboa (a Apollo no le meto como antagonista ya que no considero que sus duelos con Rocky trascendieran más allá de lo deportivo y mostró ser mejor persona de lo que parecía); con decir unas pocas frases, su aspecto imponente y su agresividad fue suficiente para que fuese mucho más que un simple rival.

En el lado contrario tenemos una cinta muy parecida a su predecesora, es un guion que va más al grano y el aspecto dramático es explorado con pinceladas sin rascar mucho más, lo cual me parece una pena porque tanto en la anterior como en esta suceden cosas que bien merecían explorarse un poco más, sobre todo teniendo en cuenta que esta saga es conocida por dar tantas partes dramáticas como secuencias de acción.

La entrada de Ivan Drago consigue impulsar un poco más la trayectoria de las secuelas sin ser tampoco tan buena como fue 'Rocky II', ya no digamos la primera. Eso sí, se pierde otro personaje importante como es Apollo Creed y se le echará de menos en las siguientes entregas.

6.5

PD: Comentario sobre el montaje del director que acaba de publicarse en la sección de spoiler.