Ella es una mujer culta y elegante pero al mismo tiempo se comporta como una vulgar prostituta acostándose con cualquiera aún estando emparejada con Harris. Por otra parte Harris parece un terminator soltando frases tan lapidarias que acojonarían al mismísimo John Wayne. Sin embargo cuando Irons le roba la novia ni siquiera le reta a un duelo. Harris dice que no tiene sentimientos y que cumple escrupulosamente con la ley lo que le hace respetar el indulto del que disfruta Irons. Pero Mortensen no es así, al de más igual todo y se carga a Irons que les ha estado tocando los huevos durante toda la trama.

Tampoco se explica como teniendo un testigo amenazado de muerte en la comisaría, Harris y su novia vayan de excursión en carro como si tal cosa. Ni que los pistoleros, supuestamente tan hábiles con el revólver como Mortensen y Harris, no se den cuenta de que éstos les están siguiendo al igual que un grupo de indios poco amistosos.