La productora Amicus, rival de la Hammer en el campo del terror inglés durante los sesenta-setenta, realizó esta película en formato de episodios como solía ser habitual en ella, incluyendo cuatro historias de miedo protagonizadas por actores también habituales en la Hammer como los míticos Peter Cushing o Christopher Lee.

El guionista de Psicosis corre a cargo del guion, escribió varios para Amicus. La que más me gustó fue la última que cuenta la historia de un actor de cine acostumbrado a hecer de vampiro y que se cree demasiado su personaje. En esta historia aparece también la impresionante Ingrid Pitt que aporta el toque sensual dentro de los habituales guiños eróticos de esta clase de películas en las que se mezclaban terror y erotismo para deleite del público masculino.

Destacar también la preferencia de Amicus por el terror más sugerente en lugar del más explícito de su competidora que solía ser más sangriento. No obstante el terror de estas películas ha quedado muy desfasado y hay que verlas como lo que son. Tienen su particular encanto a pesar (yo diría que le beneficia) del bajo presupuesto y la apariencia cutre del conjunto, Sin embargo con una buena copia en las manos, para algunos esta clase de cine nos resulta irresistible.