Tres años después de adaptar con éxito su novela El corazón del condenado, Clive Barker dispuso de un presupuesto diez veces mayor para dirigir otro de sus éxitos literarios titulado Cabal. Sin embargo en esta ocasión su autor no tuvo tanta suerte y la película fracasó en taquilla. Tampoco la crítica le dio la mayor importancia.

Lo cierto es que se trata de una historia que da poco de sí y se alarga hasta las dos horas. La última media hora es un aquelarre de efectos especiales en la que destaca el excelente maquillaje de unas criaturas grotescas y variopintas que se enfrentan a un ejército de policías a sangre y fuego en un cementerio.

Sorprende la presencia del prestigioso director de cine fantástico David Cronenberg encarnando a uno de los personajes principales, un doctor con alma de psicópata.