El director de Durmiendo con su enemigo y el guionista de Bad boys unieron sus fuerzas en este rutinario film policíaco en el que dos policías del metro de la ciudad de Nueva York deciden robar la recaudación del suburbano. Lo más curioso de la cinta es el debut cinematográfico de la la famosa Jennifer López en un papel que en principio se le propuso a la española Maribel Verdú pero que acabó rechazando. Harrelson y Snipes vuelven a coincidir después de triunfar con la taquillera Los blancos no la saben meter pero esta vez potenciando la acción y reduciendo el humor que también lo hay pero que sólo agradará a los fans del dúo en cuestión.

Fue polémica en su momento una escena en la que un pirómano interpretado por Chris Cooper ataca a un empleado del metro quemándolo en su puesto de mando y que fue imitada en la realidad por un perturbado que reconoció haberse inspirado en dicha secuencia para hacerlo. La película fue un fracaso de crítica y público y hoy en día está completamente olvidada.