Otra historia sobre la posguerra ambientada en un pequeño pueblo de la Cataluña de los años cuarenta, en la que a través de los ojos de un niño podemos observar la degradación de unos personajes que tratan de ocultar sus pecados inconfesables con mentiras que no se sostienen y terminan enfangando la juventud de su protagonista. Bien escrita y mejor interpretada, en especial los actores jóvenes, la historia huye de los tópicos maniqueísmos sobre la Guerra Civil Española mediante un relato con sorpresas inesperadas en el que no todo es lo que parece.

El problema de Pa negre es que se trata de una película durísima que resulta poco agradable de ver.