Con el paso de los años me ha ido gustando cada vez más esta amena propuesta vampírica protagonizada por jóvenes promesas de los ochenta. Cuenta la historia de un banda de vampiros juvenil que tiene aterrorizada una pequeña localidad costera de los Estados Unidos. Un grupo de chavales aficionados a los cómics de terror se unirán para tratar de matarlos.

Joel Schumacher gran cazatalentos y descubridor de jóvenes promesas dirige una película con ribetes de comedia juvenil mezclada con pequeñas dosis de terror y algunos efectos sanguinolentos. Uno de los grandes atractivos de la cinta es su banda sonora en especial algunos de los temas como el del inicio "Cry little sister" o "I still believe".

Sin embargo y a pesar de su conocido reparto a la historia le falta algo para ser una gran obra del género. En mi opinión lo que falla es que la mezcla de géneros tan dispares como la comedia y el terror no funciona. Eso y la identidad del vampiro jefe que se descubre al final y que resulta un personaje carente por completo de carisma. Por lo demás el filme resulta entretenido y los efectos especiales no son malos. Al estilo de Noche de miedo muy del gusto de la época.