El universo de ciencia ficción de “Avatar”, creado por James Cameron, regresa con fuerza en “Avatar 2”. Se trata de una propuesta que se ha hecho esperar, y a la que, como suele ocurrir en estos casos, acercarse con unas expectativas especialmente altas podría jugar una mala pasada. Sin embargo, en conjunto, es una superproducción poderosa, especialmente a nivel visual, que da todo un ejemplo de cómo realizar una película de calidad con alto presupuesto, sacándole el máximo provecho a los efectos especiales de los que disponemos en la actualidad.

En reglas generales nos encontramos con una propuesta de acción y aventuras que repite en gran medida las fortalezas y debilidades de su primera entrega. Esto es, una experiencia que resulta muy entretenida (a pesar de algún altibajo de ritmo no tan presente en la película original), que cuenta con un apartado audiovisual sobresaliente, y que, en general, presenta una calidad elevada en todos sus apartados. Por otro lado, el guion, a pesar de ser relativamente sólido, sigue sin ser el punto fuerte dentro de todo lo que se nos presenta.

A nivel argumental, la película se sigue con interés, al mismo tiempo que expande su universo presentándonos nuevas zonas de Pandora. Es en cuanto al argumento y el desarrollo del guion, donde el espectador debe hacer un pequeño esfuerzo por creerse el punto de partida de la película, donde se dan un par de situaciones y explicaciones que son llamativas en cuanto a continuidad, y pueden no resultar igual de convincentes para todos los espectadores. Aun así, una vez dentro de su historia, esta resulta absorbente.

Si la primera película tenía un par de protagonistas muy claros dentro de una especie de versión de ciencia ficción de Pocahontas, aquí encontramos una trama coral, en la que el protagonismo está repartido entre muchos personajes (restándole presencia al protagonista de la primera entrega), y donde el tema principal que se aborda es la familia. Todo eso sirve para darle una perspectiva diferente a la película, lo que le sienta bien en términos de originalidad para diferenciarse de la entrega original. A todo eso se añade el cambio de ambientación, de las selvas de la primera entrega, a los escenarios acuáticos que se introducen en esta ocasión. A título personal, me gusta algo más ese ambiente de selva llena de vegetación que se nos presentaba en la película de 2009, pero es innegable que el entorno acuático de esta entrega también está extremadamente cuidado a nivel visual. De hecho, es ese apartado visual el que vuelve a sorprender por su extremada calidad en cuanto a diseño y detalle de los efectos especiales, dando lugar a un apartado audiovisual excepcional, a pesar de una banda sonora bastante continuista.

Conclusión. Está claro que iba a ser casi imposible que “Avatar 2” tuviera una repercusión similar a la de la primera entrega, pero James Cameron ha jugado bien sus cartas, y creo que el resultado es muy satisfactorio. La segunda entrega de Avatar es entretenida durante su desarrollo y rotunda en términos audiovisuales. El guion tiene alguna decisión discutible, y la conclusión tal vez no alcanza el nivel de épica de la original (ya que en la primera entrega había una gran batalla final que cerraba la historia completamente, y aquí tenemos un encuentro de menores dimensiones que deja el camino abierto para futuras entregas). Aun así, en conjunto, el sabor de boca que me deja “Avatar 2” es muy positivo.

Personalmente, considero que la saga ha sobrevivido exitosamente a las expectativas generadas por la larga espera que ha acompañado a esta secuela. La saga de James Cameron muestra un buen estado de forma, justo antes de adentrarse durante los próximos años en una amalgama de secuelas cuyo número y contenido me genera más dudas que otra cosa. Sea como sea, lo que tenemos a día de hoy con “Avatar 2” es una muy buena película de acción y aventuras que resulta completamente recomendable.