La afamada cinta de Joe Dante nos muestra un breve recorrido por una pequeña villa estadounidense a la que llega un muy especial monstruo. De origen y poderes desconocidos, la falta de preparación y cuidado de los habitantes les llevarán al caos profundo, por el hecho de no seguir unas simples reglas de conductas para con ella. Todo se trata, al final, de una metáfora sobre como la muchedumbre pervierte todo lo que toca, envenenando todas las fuentes a las que acercan sus labios.
El adorable mogwai es convertido en unas sanguinolentas criaturas capaces de causar los más profundos desperfectos, arrasando por donde pasan. Son las personas las que, al fin y al cabo, los convirtieron en eso, y, aunque a posteriori se lamenten de la irreparable perdida, ya es tarde, pues halo corruptor ya ha alcanzado a la criatura, que nunca volverá a brillar ni a saludar a la noches de luna.