Los chicos tienen el don, el don que es a su vez una maldición, es el don del juego, el brillo en los ojos, el brillo de la necesidad, la necesidad de jugar, jugar con el dinero.
El juego es para gente audaz, para nosotros los fuertes, capaces de mantener la sangre fría mientras la ruleta gira y gira llevando en su interior la posibilidad de hacernos rico y la posibilidad de quitárnoslo todo.
El juego se trata de posibilidades, de mirar al futuro cara a cara. Acción y consecuencia.
Todo esto ya lo sabíamos, pero debía recalcarlo ante tan buena pelicula sobre la materia.
Nuestros heroes viven para el juego, lo cual siempre es admirable, y su suerte es la suerte, no sé si me explico. Timbas ilegales, tragaperras y disturbios en la puerta. Jugarse la vida, jugar a la vida, la vida es un juego.
Gente real, en USA saben como montárselo, un paraíso terrenal.
Necesito jugar a la ruleta ahora.