Durante los primeros minutos estuve a punto de quitarla, sobre todo por los desproporcionados aspavientos de Leonardo Dicaprio. Pero no tardó mucho en empezar su interés, y este ir aumentando a cada minuto de película.
En realidad, es una sutil parodia de nuestra sociedad actual, bueno, quizás sutil, no, más bien lo contrario. Me pareció una estupenda película, ideal para reflexionar sobre ella y mirarte a ti mismo, no a sus malvados personajes, que solo son un reflejo de la sociedad.
Por añadidura, es divertida y con muy buen humor, sobre todo imprimido por las veteranas actrices, Meryl Streep y Cate Blanche (Grandes) cómo siempre.