Rodrigo Cortés , que antes había realizado la excelete ‘Buried’ y la más que interesante ‘Luces rojas’, ahora nos presenta ‘Blackwood’, adaptación de la novela homónima de Lois Duncan que es evidente, se trato de un encargo y no de un proyecto personal.
El interés literario del original de Duncan es harto limitado: historia de fantasmas, un gótico para niñas, teenagers, sin casi elementos innovadores.
Tratan de introducir el elemento fantástico para darle cierto interés a la trama, pero el resto no es más que cinco chicas en peligro, con un enigma a develar hacia el final de la cinta, que ya nos hartamos de ver en infinidad de películas.
Es una película aburrida, uno nunca se engancha con la trama, carece de sustos o suspenso.
La fotografía es oscura, siendo en algunas escenas difícil de distinguir que sucede.
Los efectos especiales son del montón, sino fijarse en el fuego, logrado en forma digital, muy grotesca.
Parece mentira que en una producción tan importante y con los avances tecnológicos de hoy en dia, todavía se hagan las cosas tan mal.
Lo de Uma Thurman da pena. De aquella hermosa heroína de Kill Bill ya no queda nada. Lo de ella es solo sobreactuación y botox. Es mejor quedarnos con el recuerdo.
Si algo se salva de la hoguera es la actuación de Anna Sophia Robb, si bien no es nada del otro mundo, por lo menos pone todo el empeño para hacer creíble el personaje que le toco en suerte.
Se verá si en el futuro Cortez logra encausar su carrera y volver a realizar películas tan interesantes y personales como ‘Buried’ o se lo devora el sistema y termina realizando películas del montón como esta ‘Blackwood’.

Lo mejor: la actuación de Anna Sophia Robb.
Lo peor: lo aburrida y previsible que es.
La escena: ninguna destacable