El mafioso que en la vida real inspiró otra gran cinta como "Los infiltrados" (2006), llega a la pantalla grande con más detalle y basado en los hechos verídicos con menos margen para las adaptaciones libres y con ello, parte del efecto cinematográfico se disipa innegablemente.

"Pacto criminal" (2015) es la transformación de Johnny Deep en un gángster de origen irlandés que infunde al menos respecto, en el mal sentido, a costa de todas las malas prácticas que hemos visto en otras cintas, pero que aunque promete crudeza no es nada que no hayamos visto antes.

La literatura de "Black mass" se extiende a la pantalla grande de forma correcta, suficiente pero sin traspasar la valla del impacto o el shock. Sí en lo personal Deep hace un giro meritorio de interpretación, al igual que Edgerton compartiendo créditos, pero el bioritmo del film es predecible en su curva ascendente y luego cuesta abajo.

Para quienes no conocen la historia les resultará más interesante como relato de un caso real, pero como producto cinematográfico, se divisan por lo menos vacíos en personajes poco explotados, secuencias algo planas y un casi ingenuo roce protocolar con el poder que tiene gran influencia en la cinta.

El perfil del principal es una cosa. Rescatar el valor de una historia otra. Pero que todo se desarrolle en armonía y al intentar contar varias historias la central quede al algo al debe, es un eje que en "Pacto criminal" se muestra muy horizontal para lo que debiera ser una película en la segunda mitad del siglo XX.

Para la suma, quizás esperábamos más y el propio Deep y Edgerton merecían más. Queríamos una cinta oscura y cruda y no sólo una biopic con la trastienda de lo que salió en los diarios. En eso el balance cojea, pese a tratarse de una obra rescatable.

Recomendación:
Aceptable. Un relato convencional pero no excepcional ni profundo. Johnny Deep y Joel Edgerton por encima de un gran desempeño.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com