En efecto, el ejemplar de la editorial Anaya que tengo tiene toda esa cantidad de papel. Ese es el tamaño íntegro (y no de las ediciones resumidas que supongo que habrá muchas) de este famoso folletín decimonónico del autor de “Los tres mosqueteros”.
Así que, se antoja totalmente imposible hacer una adaptación perfecta en una película de poco más de dos horas, contando los títulos de crédito.
A pesar de eso, creo que Kevin Reynolds sale airoso. Hay muchísimos cambios, muchísimo resumen y eliminación de cosas. No hay más remedio, pero creo que la esencia de esta magna novela se ha conseguido mantener. Los planes de venganza del conde quedan excesivamente simplificados respecto al libro, aunque al mismo tiempo se han cepillado mucha de la morralla que Dumas (o sus presuntos negros) incluyó en su obra.
De hecho, gracias a esta película me animé a leerla, y por supuesto es mejor, pero no por ello es una mala adaptación.
Uno de los mejores aciertos es el “casting”. Empezamos por un Jim Caviezel que nunca ha sido excesivamente conocido por el gran público pero que ha hecho cosas realmente interesantes (nunca mejor dicho por la serie que ha protagonizado junto con Michael Emerson). Sus cambios de aspecto (de la miseria a la opulencia) son bastante creíbles y no queda inverosímil que sus enemigos no lleguen a reconocerle.
Luego está Guy Pearce, un tipo que hace tan bien de bueno como de malo (como es el caso). Su personaje es totalmente odioso.
Y no puedo dejar de mencionar a un gran Richard Harris, cuyo personaje sale poco pero es bastante importante. Por último, vemos a Michael Wincott (reconozco que he tenido que buscar su nombre) como el malvado alcalde del castillo de If. Es imposible creerse a este narigudo actor en un papel que no sea de malo, como hemos visto muchas veces en su filmografía, incluyendo otro famoso título del mismo director en el que Kevin Costner se hizo famoso al son de una famosa canción de Bryan Adams.
Los exteriores están muy bien, desde la cueva de la isla de Montecristo hasta el escenario del final. Son buenos paisajes, aunque en lo que se refiere a decorados (como en la ciudad de Marsella), creo que adolece de cierta falta de presupuesto que reduce un poquito la espectacularidad.
Otra cosa que no me gusta es que están en Francia, son franceses, hablan supuestamente en francés, pero… ¡escriben en inglés! Este tipo de meteduras de pata creo que son un poco graves.
En fin, como he dicho antes, la síntesis del libro es brutal, pero eso redunda beneficiosamente en el film, porque tiene un ritmo trepidante y no paran de pasar cosas. No hay lugar para tiempos muertos aquí. Además, el director agrega persecuciones, tiroteos y combates de espada para que en ningún momento nos podamos aburrir.
Simplemente, es una más que buena película de aventuras basada en uno de los grandes clásicos de la literatura. Muy recomendable.