Nos encontramos ante una película un tanto especial por algunas características particulares.
Yo personalmente la veo buena, aunque no la considero un peliculón, pero desde luego no hay que dejar de reconocerle algunos méritos.
Para empezar, es el techo (y desgraciadamente también el fin) de la carrera de Brandon Lee. Ya había hecho antes algunos pinitos y empezaba a despuntar como actor de acción que honraría la memoria de su legendario padre.
Su misteriosa muerte, así como la casualidad de que su personaje también esté muerto (y no es spoiler), hacen que "El cuervo" dispare las teorías de la conspiración y que no pasara demasiado desapercibida.
La estética del film recuerda un poco al "Batman" de Tim Burton. La ciudad está llena de edificios oscuros, malas calles y una catedral gótica. Casi siempre está lloviendo y siempre es de noche.
El tono es muy oscuro y negativo. La muerte siempre está presente y la venganza del protagonista se debe a una situación bastante macabra. Los malos son muy crueles y campan a sus anchas por la ciudad.
Todo el mundo viste de negro y algunos lucen aspectos muy propios del mundo del comic, aunque lo cierto es que desconozco si está basado en uno o no.
Otro elemento a considerar es la música, muy acorde con el tono dramático del film tanto en la banda sonora como en las canciones.
No es de extrañar que la tribu urbana denominada gótica tenga en esta película todos los elementos que configuran su forma de vestir, de pensar y la atracción por la muerte y los cementerios.
El resultado general, como digo, es entretenido aunque no es apta para verla con el ánimo bajo por su negatividad, pesimismo, e incluso tristeza patente en todos sus fotogramas.
El legado de Brandon Lee para el cine.