Hola, amigos, soy Robert Redford. Mi prestigio y reputación como cineasta están fuera de toda duda, así que por enésima vez os voy a contar una historia aburrida e insulsa hasta la extenuación pero que muy pocos se atreverían a criticar. ¡Que soy Brubaker y el de "Dos hombres y un destino"! Con lo cual todo lo que hago está bien aunque no os déis cuenta.
Voy en un barquito navegando. No os cuento nada de mi vida antes de zarpar porque soy Robert Redford. Así que no hace falta currarse el guion porque ya váis a empatizar conmigo porque sí.
El barco se rompe. Intento arreglarlo. Hay tempestades y lo paso muy mal. La cosa pinta muy fea. Estoy solo, nadie me ayuda, pero mi cara siempre es la misma porque soy Robert Redford y no necesito esforzarme porque la crítica me trata bien. Casi nunca hablo conmigo mismo ni siquiera en los peores momentos porque como soy un cruzado del género independiente en mis películas todos sabéis lo que se me pasa por la cabeza solo con verme la cara (y eso que no la cambio).
Tengo que decir que la edad no perdona. Ya no soy un chaval, y por eso cada vez que tengo que moverme por el barco o arreglar algún entuerto, lo haré a paso de tortuga. Son los años, aunque también son las ganas de rellenar estúpidamente tiempo de una película vacía de contenido en la que hay poco que hacer, con lo cual es mejor ir despacio.
Para que no os aburráis demasiado, ponemos una banda sonora horrorosa y que no pega para nada con las imágenes pero que yo pienso que va a quedar bien. De todas maneras soy Robert Redford y nadie se va a meter conmigo por eso.
Así que al final he hecho un peliculón intimista que aumentará aún más si cabe mi prestigio. ¡Qué bueno soy y qué tipo tengo!
Nos vemos en mi próximo pestiño.
Robert Zemeckis y Tom Hanks consiguieron hacer un peliculón con una sola persona en casi toda su duración. Pero claro, ellos sí hacían las cosas bien, presentando al personaje y sobre todo usando el recurso de Wilson para conocer los pensamientos del náufrago. Ya podría haber tomado buena nota su tocayo Redford y ahorrarnos este insufrible aburrimiento.
¡También "La vida de Pi" es infinitamente mejor!