El universo cinematográfico de DC se ha puesto las pilas a base de bien. Tras las decepcionantes (para muchos) “Amanecer de la justicia” y “Escuadrón suicida”, ya les valía hacer algo mejor si no querían perder el favor del público, con la de millones de dólares que suelen costar este tipo de producciones.
Por cierto, que una de las (muchas) cosas que no me gustó del encuentro de Batman con Superman, fue que apareciera “Wonder woman” prácticamente de la nada, sin la más mínima explicación, en poquísimos momentos y sin que nos dijeran bien quién es. Así que esta película nos la debían (aunque en realidad deberían haberla hecho antes) desde hace dos años. No todos somos lectores de cómics que conocen bien a todos estos personajes.
Diana es una guerrera amazona eternamente joven, hija de Zeus, que vive en una isla habitada solo por mujeres y aislada del mundo. Gal Gadot la encarna a la perfección. Es el típico icono femenino capaz de provocar sueños húmedos al más pintado, pero que con los tiempos que corren, y como debe de ser, también es inteligente, fuerte, independiente, luchadora, etc. Nada de limitarse a lucir palmito como hacen otras.
La película, afortunadamente, no se queda en una mera presentación larga del personaje, ni tampoco en ver a un “pivón” de sexy armadura pegando estocadas y latigazos.
Tiene argumento, el cual es bastante entretenido y creo que satisfactorio tanto para fans de los cómics como para el público en general.
Empezando por el diseño de producción, es francamente espectacular. La ambientación en la isla (aparentemente hecho todo por ordenador, aunque da lo mismo), en Londres y en la Primera Guerra Mundial están muy conseguidos y se nota que se han dejado una buena cantidad de dinero.
Alejándose un poco del enfoque serio (que ha dado tantas alegrías como disgustos), volvemos a los cánones del género. Inevitablemente, han metido humor, haciendo hincapié en la ignorancia de Diana del mundo real. Por suerte, ni hay en exceso, ni es tan malo como para molestar (como sí pasa con otras). Por cierto, que Diana no sabe llevar un vestido pero luego sí sabe lo que son otras cosas, como bailar y los “placeres de la carne”. Curioso.
Chris Pine no es un mero comparsa, sino un héroe más humano que la acompaña y con el que tiene muy buena química. El resto del variopinto equipo no me llama mucho la atención. El actor de “Trainspotting” y que era tartamudo en “Pearl Harbor”, no encaja demasiado bien aquí.
De los secundarios, me quedo con nuestra paisana Elena Anaya o con las amazonas más veteranas. Salen la princesa prometida y la hermana de Cómodo, dos actrices que llevan muy bien el paso de los años.
Las escenas de acción (de las que me ha parecido que hay más que en otras de presentación de superhéroes), están muy bien filmadas. Además, han incluido algo que estuvo de moda hace tiempo pero que ya se estaba dejando de lado en Hollywood: la cámara lenta. Tampoco tiene los odiosos movimientos espasmódicos que no dejan ver nada bien. La directora se lo ha currado.
A diferencia de otras, sus más de dos horas se hacen cortas. No falla en el ritmo y no aburre ni siquiera en sus tiempos muertos, algo en lo que suelen fallar muchas de estas películas. Aprende, Zack Snyder, que todavía estás a tiempo de redimirte.
DC ha cumplido. La película que nos debían es lo que queríamos.