Decir que esta película es buena o mala es relativo en función de los aspectos que queramos considerar.
Técnicamente es horrorosa, y no lo digo porque pertenezca al género del terror. La actuación de la protagonista es lamentable. Los muertos vivientes son solamente personas con la ropa sucia y rota y poco más. El montaje es un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas (cambio de día a noche en un instante, planos entrecortados). También hay que mencionar lo mal hecha que está en general. Esas tripas que se comen los muertos creo que no tienen mucho que ver con lo que podemos ver hoy en día en "The walking dead", por ejemplo. Además, no había motivo para que sea en blanco y negro. En 1968 ya estaba imperando el color, pero claro, así es más fácil disimular la falta de medios.
Entonces, ¿por qué es un clásico?. ¿Por qué le doy un 7?
Bien, pues a pesar de todo lo dicho, la película es especial. Es un clásico del cine de terror, porque prácticamente inventó el mito del muerto viviente, o zombie. La idea del zombie procede de la misteriosa religión vudú de Haití. No fue hasta bien entrado el siglo XX cuando se dio a conocer esta oscura cultura, en la que uno de sus elementos es el hecho de que los señores esclavicen a sus víctimas con un lavado de cerebro usando fuertes drogas, de manera que dan la apariencia de estar muertos en vida. Un periodista descubrió todo esto en Occidente. Su historia hecha ficción por Wes Craven la podemos ver en "La serpiente y el arco iris".
George A. Romero tomó la idea de que un muerto se pueda levantar de la tumba, y mezclado con el concepto del vampirismo, dotó a esta criatura de canibalismo. Es por tanto donde se sientan las bases del género Z, que ha evolucionado muchísimo en el cine y que en los últimos años vive su boom, también en la literatura y la televisión. Tan variopinto es el universo zombie que hay tipos de muertos diferentes (corredores, lentos, infectados) y subgéneros tales como la crítica social ("28 días después"), comedia ("Zombieland"), terror ("Rec") y acción ("Resident evil").
Es por eso que a "La noche de los muertos vivientes" hay que ponerla en su sitio. Es una película rompedora, transgresora, diferente, que abrió una nueva puerta en el mundo del terror. Sentó bases y creó escuela, y eso ya es mucho decir.
Tenemos todos los elementos importantes: aislamiento de los protagonistas, no saber lo que está pasando, la forma de contagiarse, las rencillas entre los supervivientes, el gore, el punto débil (la cabeza). Y seguro que hay más cosas que se me escapan.
Si este film fue copiado y rehecho mil veces es por algo. Y ha sido superado, por supuesto. Sin ir más lejos el remake de Tom Savini con Tony Todd está bastante mejor en todos los sentidos, desde mi punto de vista. Pero es que esta fue la primera, y solo por eso ya se merece todos estos elogios.
Y con esto se demuestra que no hace falta grandes presupuestos para hacer algo bueno, sino gran imaginación e innovación. Lástima que Romero destrozara tan vilmente su propia obra con algunas de las secuelas de su saga. Especialmente malas son "La tierra de los muertos vivientes" y "La supervivencia de los muertos". Tan solo se puede salvar "El diario de los muertos", donde no se le va la olla tanto.
En resumen, la palabra que puede definirla es: clásica.