Pues sí, ver para creer. Me parece que es la primera vez que veo una película distribuida por Netflix que está realmente a la altura de las expectativas generadas en internet. Aunque también es verdad que no soy imparcial porque tengo cierta debilidad por la ciencia ficción apocalípitica, sobre todo cuando trata de innovar.
Y digo trata porque, aunque a muchos espectadores les parezca muy original, en realidad no lo es tanto. No quiero ponerme muy repelente, pero si hago un poco de memoria, aquí reconozco elementos de "Amanecer de los muertos", "El incidente", "La invasión de los ultracuerpos", "Un lugar tranquilo", "La hora más oscura" e incluso "La carretera".
Pero da un poco igual porque, aun así, da la sensación de estar viendo algo relativamente fresco o por lo menos suficientemente interesante.
Como suele suceder, no solo es una historia de aventuras y mera supervivencia, sino que este fin del mundo sirve como espejo de la condición humana cuando nos ponen al límite.
Además, tiene un buen tratamiento de personajes, de manera que no son los típicos estúpidos del cine de terror. Con Malorie se puede empatizar perfectamente.
También es un film inmersivo que transmite bastante bien la tensión y sufrimiento de los protagonistas, sobre todo al principio cuando todavía no se sabe muy bien qué está pasando.
Sandra Bullock está genial, a pesar de que su retocada cara no le favorezca mucho. Pero bueno, esto son cosas del ego de los actores cincuentones bien pagados. Aun así, con su más de medio siglo de edad, logra hacer creíble su embarazo en la película.
En cuanto a John Malkovich, me alegro de verle en un título aceptable como este, pues últimamente no había hecho buenos trabajos, por lo que recuerdo.
Las situaciones que se dan con el rollo de no poder ver, dan mucho juego y me lo han hecho pasar mal junto con los personajes.
En fin, un buen título de ciencia ficción, que sorprende gratamente cuando uno ya está un poco cansado de decepciones con esta famosa plataforma audiovisual.