Sabiendo el punto de partida de la historia, es fácil pensar que no tiene demasiada enjundia para llenar un largometraje. También sorprende en principio que Spielberg se haya puesto a hacer una película como esta.
Pero a poco que empecemos a verla, se da uno cuenta de que gracias a Tom Hanks y al director, no está tan mal como podría parecer.
Un viajero de un país imaginario padece un extrañísimo incidente diplomático y se ve obligado a vivir en el aeropuerto. Quien haya estado alguna vez en este tipo de instalaciones habrá visto fácilmente la cantidad de historias que pueden suceder en él, con tantísima gente circulando desde diferentes lugares.
Tom Hanks borda su papel cómico. Hacía muchos años que no interpretaba comedia, pero se nota que no se le ha olvidado cómo hacerlo. Su personaje es entrañable y vemos cómo se adapta a vivir allí, además de influir y ayudar en las vidas de todos los que conoce. Las situaciones planteadas son lo suficientemente variadas y divertidas para que la película no aburra.
La banda sonora de John Williams es bastante graciosa y pegadiza.
De todas formas, siempre preferiré las películas más fantásticas de este director. No me convence que a veces se embarque en proyectos que son más de su propio gusto que del público que le sigue. Es por ello que no puedo dejar de considerar a "La terminal" como una obra inferior en la que su talento está desperdiciado. Aunque también está en su derecho de hacer cosas así porque le apetezca, pues no tiene que amoldarse siempre al cine más comercial.