Esta segunda parte de la saga potencia muchos elementos. Tenemos más acción, más ciencia ficción, y en general un poco más de todo. Pero a pesar de eso, el resultado final no termina estando mucho mejor que la primera, sino que prácticamente mantiene el mismo nivel de calidad, pues nada de lo que ofrece hace que pase de ser meramente entretenida y nada más.
En la primera parte se nos presentaba el mundo y a sus personajes, y aquí simplemente se continúa la historia de esta sociedad clasista que no tolera que nadie se salga de las normas o de los canales establecidos.
Los actores cumplen y poco más. La protagonista no lo hace demasiado mal para ser tan joven, aunque tampoco es que la película sea un drama de Shakespeare como para exigirle muchos registros.
Kate Winslet cae muy mal como villana, pero su completa seriedad e impasibilidad hace que no sea precisamente su mejor papel en su filmografía.
Sorprende ver a Naomi Watts en un título de ciencia ficción juvenil. Pensaba que esta actriz solo trabajaba con directores prestigiosos o en producciones independientes, pero bueno, tampoco está mal que se agregue al reparto, que es una mezcla de actores jóvenes y otros ya consagrados.
La banda sonora está muy por debajo de la que hizo “Junkie XL” para la precedente.
Lo que más me ha gustado es la parte de las pruebas de las facciones para abrir la misteriosa caja. En ellas, podemos ver algunas escenas plagadas de efectos especiales y en las que nunca sabemos claramente qué es real y qué no.
Como digo, simplemente es entretenida y nada más. Dentro de la ciencia ficción juvenil de los últimos años, están bastante mejor las sagas de “Los juegos del hambre” y “El corredor del laberinto”, que ésta.