Los que deciden los títulos en España vuelven a imponer esa palabra que tanto les gusta (venganza). Al menos esta vez sí es verdad que hay una en el film
Nos encontramos a Ethan en el oeste, un género al que parece haberle cogido el gustillo, pues también sale en la reciente “Los 7 magníficos”.
Travolta sale poco, pero es el secundario más importante entre un reparto de desconocidos.
Al principio el perro parece una excusa para que el protagonista hable (como Wilson en “Náufrago”), pero luego vemos que es un protagonista más. El chucho es la caña y actúa tan bien como las personas. Le han entrenado muy bien.
A poco de comenzar, nos encontramos unos títulos de crédito iniciales y una música que nos recuerdan al viejo sabor de las clásicas de Sergio Leone. Obviamente, el resto de la película no se parece tanto.
La historia es la habitual amalgama de tópicos del género: malos llenos de chulería, un pueblo con poquísima gente donde hay poca justicia, un agravio que hay que vengar por parte de un antihéroe solitario, etc.
No es ni demasiado buena ni muy mala. Entre sus defectos se podría decir que los personajes secundarios son bastante estúpidos. El malo, principalmente, sobreactúa muchísimo. Además, todos los diálogos son muy tontos.
De todas maneras, aunque al principio es floja, luego arranca y mejora bastante para conseguir pasar el corte, sin llegar a deslumbrar, eso sí.
Lo mejor de todo es el enfrentamiento final, que está bien planteado, pero hay muy pocos malos y dura pocos minutos. Con más enemigos, habría quedado algo mejor.
Es entretenida aunque tampoco es para echar cohetes.
Anécdota: Hay un tipo que se llama Lawrence pero le llaman “gordi”… ¡Como en "Los Goonies", si no recuerdo mal!