Sin entrar en comparaciones con la original francesa que adapta a Hollywood, esta película es bastante mediocre, a pesar de contar con buenos actores.
El desarrollo del guion no es para tirar cohetes, y a pesar de tener un punto de partida interesante, la película no termina de tener las suficientes buenas dosis de emoción, intriga o ni siquiera acción. De todo esto hay, pero no mucho ni excesivamente bueno como para que podamos decir que sea un gran título.
Falla mucho también en el uso de la banda sonora, que es también mediocre.
Quizás lo mejor sea las propias actuaciones de Bridget Fonda y Gabriel Byrne. La mejor secuencia para mí es cuando está trabajando como francotiradora, que es donde la actriz puede dar lo mejor de sí misma.
Es una película que no llega a ser mala del todo en ningún momento, pero que podría haber estado mucho mejor y que se olvida con mucha facilidad.