No es que sea demasiado mala, las cosas como son. El problema que tiene este viaje al Oeste es que lleva el peso de dos entregas anteriorese que están muchísimo mejor. Las comparaciones son odiosas pero es que esta película no puede entenderse como algo aparte de las otras.
Hay un cierto homenaje (aunque no sea un western al uso) a películas clásicas, con guiños a Clint Eastwood y muchos elementos típicos del género.
Nos encontramos a un antepasado del "malo" y entra en juego una profesora que acabará cambiando bastante la vida de Doc. Esta parte romántica de la historia me ha parecido no solamente aburrida sino también fuera de lugar, como si quisieran rellenar minutos de alguna manera a falta de un guion más robusto.
Marty sigue como siempre, aunque cede protagonismo a su amigo.
Lo mejor, la escena del tren. Muy bien filmada, capaz de crear tensión y lo bastante larga como para olvidar la relativa mediocridad de todo lo que pasa antes.
Lo peor, que tarda mucho en arrancar y que está muy lejos, pero mucho, del nivel de las dos primeras partes.
Quizá les guste más a los fans del western que a los que no nos llama tanto la atención este género.
Por cierto, muy graciosa la musiquilla de violín del baile. Apta para hacer el ganso intentando bailarla con alguna copilla de más.