Rara e imprevisible, "Hereditary" es una "frikada" que no dejará indiferente a nadie.
Los que esperen la habitual dosis de sustos y respingos con un argumento mascado y el esquema de toda la vida, la odiarán.
A los que les gusten las rarezas independientes que no dan lo que te esperas, pero que te hacen pensar con la cabeza y mantener el interés hasta el final, pueden salir satisfechos.
La impresión que deja en los primeros compases es muy buena. La dirección de fotografía es brutal, jugando de forma muy hábil tanto con la luz como con la cámara. La ambientación y la forma de ir pasando poco a poco a la locura absoluta, están muy bien llevadas y consiguen que me meta mucho en la historia. Aunque hay que reconocer que tiene más elementos de thriller que de terror.
Sin la más mínima duda, lo mejor de todo es la perfecta actuación de Toni Collette. La película te puede gustar más o menos, pero la actriz de "El sexto sentido" está directamente como para llevarse algún premio. De hecho, es capaz de comerse por sopas al mismísimo Gabriel Byrne.
El guion parece normal, pero luego se vuelve muy retorcido. Tal vez no es lo que cuenta, sino como lo cuenta. Me han dado más miedo los primeros planos de la niña (que tiene unos rasgos faciales un tanto peculiares y sus miradas son inquietantes), que los sustos paranormales.
Por cierto, el rollo de la maqueta de la casa me recordaba a el laberinto de "El resplandor", pero luego no da tanto juego en ese sentido.
En fin, todo está más o menos bien sin ser algo tópico o estándar, ideal para volverse un film de culto en internet con los años. Pero el "lynchiano" final, que de una manera o de otra queda explicado pero les ha quedado demasiado surrealista, para mi gusto le baja bastantes puntos a la película. También le veo en contra una duración un tanto excesiva para lo que cuenta.
Al menos es de agradecer que vayan saliendo estas propuestas de terror diferente, que por mucho que me encanten las sagas de James Wan, en el fondo no dejan de ser un poco de lo mismo una y otra vez.