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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
5
Terror. Comedia. Thriller. Romance Tiffany, la examante y cómplice de Charles Lee Ray, el Estrangulador de Lake Shore, adquiere los restos de Chucky, el muñeco al que Charles traspasó su alma antes de morir. Recompone el muñeco como puede y lleva a cabo el mismo ritual vudú para devolverle a Chucky el alma de su novio fallecido. Para probar sus recuperadas fuerzas, Chucky asesina al novio gótico de la entusiasmada Tiffany. Después quiere recuperar el amuleto que llevaba ... [+]
3 de febrero de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siete años después del final de la mítica trilogía Muñeco diabólico, llegaba la noticia de que una cuarta entrega iba a ver la luz. En esta ocasión, Chucky se reencuentra con su "amor" de cuando aún ocupaba su cuerpo humano y la película se decanta totalmente por el humor, dejando el terror en un plano casi invisible tras otros géneros como la road movie o el cine romántico.

Ronny Yu dicen que destrozó la saga. A mi entender, no es así. Es Don Mancini (guionista de la trilogía original) quien decide dar una novia a Chucky y hacer una comedia que no pretende en ningún momento causar miedo. Yu trabaja bien con el material y hace que Chucky y Tiffany cobren vida y se conviertan en dos pequeños hijos de puta con mentalidad de niño cabrón elevada a la máxima potencia. La película se desarrolla mayormente en la carretera tras una corta pero concisa presentación de todos los personajes y ahí comienza la diversión. La novia de Chucky no intenta en ningún momento ser una película seria (las parodias constantes a otras películas, las burlas a gente como Chrstian Slater, las coñas sobre esta misma saga y los momentos deliberadamente graciosos así lo demuestran). Teniendo en cuenta eso, me parece que no es nada justo criticar esta cuarta entrega. El muñeco de goma (yo pensaba que era de plástico, pero no) está ahora más vivo que nunca y la película cuenta con escenas memorables (el momento sexual de los muñecos, Chucky pasando por delante del fumeta o el maravilloso final) y varias frases que provocan sonoras carcajadas.

Katherine Heigl no me ha gustado nunca y, aquí, más de lo mismo. Ni sabe sufrir, ni sabe ser feliz, ni sonríe con convicción. Son tres de las expresiones más básicas en un actor y si no llega a eso, imaginaos lo que pasa si le das un papel con cierto peso. Nick Stabile está algo más correcto, al menos porque su interpretación tiene momentos salvables, lo que ya es mucho más de lo que hace su compañera. La voluptuosa Jennifer Tilly, que se parodia a sí misma, hace de imán para las cámaras (sobretodo centradas en su generoso escote) y está realmente bien en una auto-crítica que parece tomarse con buen humor. Del resto hay poco que decir, ya que salvo el correcto Gordon Michael Woolvett (que tiene cierto parecido con Sean Penn de joven) ninguno aparece lo suficiente como para poder valorar sus trabajos.

Resumiendo, que es gerundio: la saga Muñeco diabólico toma definitivamente otro rumbo y hay que aceptarlo. Los más puristas podrán verlo como una ofensa, pero los que simplemente disfrutamos de esta magnífica saga debemos verlo como lo que es: una película que se ríe de sí misma sin descuidar el entretenimiento del espectador.
Grijander
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