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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
5
Comedia. Drama Tres personas que ingresan en una clínica de desintoxicación para adictos al sexo deben seguir un programa que comprende doce pasos. (FILMAFFINITY)
15 de diciembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amor sin control es un drama con tintes cómicos que nos cuenta una historia coral relacionada de forma directa por sus principales personajes.

Stuart Blumberg debuta como director tras hacer sus pinitos en el apartado de guionista, lugar que también ocupa aquí junto a Matt Winston. Blumberg y Winston nos presentan una de esas premisas cuya potencia radica en la sencillez y la naturalidad con la que llegan situaciones poco corrientes pero Blumberg, ya tras las cámaras, se queda a mitad de camino para hacer aquello que persigue. En Amor sin control falta una crudeza superior a la que algunos actos descarados o un montón de palabras juntas pueden explicar; falta la esencia, la base misma del problema, lo impalpable. Blumberg desarrolla bien su película y la hace creíble a grandes rasgos, pero olvida que los detalles son parte del todo y su historia, en la que todo gira sobre el mismo eje, se queda lejos de la meta que ansía y el motivo es que sus personajes conectan, del mismo modo que las situaciones, de forma derivativa a partir de un principio en el que todo se coloca de forma estratégica para buscar un efecto dominó que, cuando llega, sabe a poco y nos deja sin el gran "boom" final.

Mark Ruffalo, Josh Gad y Tim Robbins protagonizan la película. De un titán como Robbins no es necesario hablar puesto que se sobreentiende que siempre lo hace de lujo, pero de otro genio, Ruffalo, hay que decir que rinde aquí muy por debajo de sus posibilidades. Josh Gad es, para mí que apenas le he visto trabajar, una grata sorpresa. Gwyneth Paltrow, como siempre, desprende esa simpatía y ese aire de novia perfecta que la hace tan especial. La cantante Pink está más que correcta, igual que la británica Joely Richardson y, en menor medida, un Patrick Fugit que se muestra irregular.

Resumiendo: Amor sin control, sin tener un potencial devastador, sí tiene lo necesario para haberse explotado bien y es por ello que queda la sensación de que algo se ha hecho bastante mal. No es una mala película, pero no alcanza ni de lejos lo que desea y eso es el mayor sinónimo de fracaso en un mundo tan extremista como el del cine.
Grijander
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