Esta película me ha gustado, cumple lo que promete con creces. Congelado me quedé yo en el asiento excepto las veces que la tensión me hacía girar la cara a un lado.

La idea de la película es bastante básica: ir a buscar nuevos elementos de la "vida cotidiana" a los que tener miedo. La diferencia con otras películas de este género es que ésta es bastante creíble y eso amigos míos, en estos tiempos que corren, es mucho que agradecer. Los diálogos no son para nada profundos, pero tampoco idiotamente estereotipados. Los tres esquiadores no tienen por qué ponerse hablar de Schopenhauer ni del existencialismo francés ni de profundizar en sus psicologías perturbadas. Ningún esquiador que se precie debería hablar de esas cosas hasta llegar al refugio y se quiera ligar a la "chica de las gafas que parece que le van los intelectuales". Tampoco hablan como capitanes de equipos de rugby o como los pobrecitos de la saga Se Lo Que Hicisteis... que parece que eran tonticos. Eso me ha gustado mucho, la verdad.

Sobre el desarrollo del argumento también un aplauso, y mucho más fuerte. El ritmo es vertiginoso, te mantiene siempre expectante y no decae en ningún momento. No juega con el sobresalto barato ni con sorpresas encajadas con calzador. Si uno lo que busca es ir al cine, olvidar sus problemas, pasar un rato divertido, y por qué no, liberar algo de adrenalina, ésta es recomendable. Si lo que buscas es preciosidad, reflexión, profundizar en el personaje y su alma y aprender algo sobre la vida no vayas a verla, leete un libro y deja el cine solito, que es muy caro.