Es bonita, sí, lo es. Un .gif de gatitos también es bonito, pero como película sería horrible (aunque no sería mucho peor que Gardfield)

Pero no sé que moda se ha puesta en recrearse en escenas larguísimas. Escenas a las que le sobran minutos como calorías al chorizo. Una desmesurada obsesión por el retrato de personajes que no influyen para nada ya me molesta, pero que dejen atrás el desarrollo argumental aparcado para explayarse innecesariamente en el interior "inquieto" del protagonista, que además es un tanto insulso, ya me resulta cuanto menos abominable para el concepto de buen cine. Si se viene a cine es al cine y no a mirar la nada.

Los pocos efectos especiales son patéticos. La risa era constante en la sala cada vez que salía algo. No es ya bajo presupuesto, que se comprende, pero parecía a veces Brácula y a cosa hecha.

Me quedé hasta el final a ver si aparecía un helicóptero y explotara o que algún personaje dejase entrever su torso supermusculado y matase terroristas libaneses que intentaran secuestrar a la hija del presidente de USA en medio de la superbowl. No es que sea muy fan de ese tipo de cine, pero necesitaba distraerme un rato de tanta diarrea mental y filosofía barata

Esta película me ha gustado, cumple lo que promete con creces. Congelado me quedé yo en el asiento excepto las veces que la tensión me hacía girar la cara a un lado.

La idea de la película es bastante básica: ir a buscar nuevos elementos de la "vida cotidiana" a los que tener miedo. La diferencia con otras películas de este género es que ésta es bastante creíble y eso amigos míos, en estos tiempos que corren, es mucho que agradecer. Los diálogos no son para nada profundos, pero tampoco idiotamente estereotipados. Los tres esquiadores no tienen por qué ponerse hablar de Schopenhauer ni del existencialismo francés ni de profundizar en sus psicologías perturbadas. Ningún esquiador que se precie debería hablar de esas cosas hasta llegar al refugio y se quiera ligar a la "chica de las gafas que parece que le van los intelectuales". Tampoco hablan como capitanes de equipos de rugby o como los pobrecitos de la saga Se Lo Que Hicisteis... que parece que eran tonticos. Eso me ha gustado mucho, la verdad.

Sobre el desarrollo del argumento también un aplauso, y mucho más fuerte. El ritmo es vertiginoso, te mantiene siempre expectante y no decae en ningún momento. No juega con el sobresalto barato ni con sorpresas encajadas con calzador. Si uno lo que busca es ir al cine, olvidar sus problemas, pasar un rato divertido, y por qué no, liberar algo de adrenalina, ésta es recomendable. Si lo que buscas es preciosidad, reflexión, profundizar en el personaje y su alma y aprender algo sobre la vida no vayas a verla, leete un libro y deja el cine solito, que es muy caro.

Esta película no tiene sentido alguno. No tiene sentido al menos como largometraje. La historia que cuenta se puede contar en 15 minutos si no se abusara tanto de planos largos y soporíferos y de una escena también relevancia argumental que meten en medio.

Para empezar a hablar de la trama en sí quiero decir protestar por el título. El tío Boonmee no recuerda absolutamente nada. ¿Vidas pasadas? Era yo el que recordaba mi vida pasada, antes de entrar al cine. La película gira en torno a un realismo mágico absurdo unido a leyendas del país. La película es una sucesión de escenas larguísimas en relación a lo que se quiere contar en ellas. Al final el vacío de hechos, mi horror vacui particular, me despistó de mi capacidad de concentración, terminando por ver escenas irrelevantes para una películas irrelevante.