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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
8
Drama Clifford Groves (Fred MacMurray), es un fabricante de juguetes, cansado de la rutina y con la impresión de no ser debidamente apreciado por su mujer (Joan Bennett) y sus hijos. Se reencuentra con una antigua amiga, Norma Miller Vale (Barbara Stanwyck), a la que no ve desde hace veinte años, y a raíz de ello comienza a replantearse su vida. Su hijo (William Reynolds) comienza a sospechar que puede haber algo más entre ellos. (FILMAFFINITY) [+]
5 de octubre de 2009
47 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable melodrama de Douglas Sirk (1900-87), remake de un film de Edward Sloman de 1934. El guión, de Bernard C. Scheoenfeld, adapta la novela “There’s Always Tomorrow” (1934), de Úrsula Parrot. Se rueda en escenarios naturales de Apple Valley (CA) y en los platós de Universal Studios (Universal City, CA). Producido por Ross Hunter para Universal, se proyecta en sesión de preestreno el 20-I-1956 (NYC).

La acción dramática principal tiene lugar en L.A. a lo largo de unos pocos días del otoño de 1955. Clifford “Clive” Groves (MacMurray), honrado y feliz padre de familia, de unos 48 años, ha levantado con su esfuerzo una empresa de fabricación de juguetes. Lleva casado con Marion (Bennett) casi 20 años. Son padres de 3 hijos (Vincent “Vinnie”, Ann y Ellen. Él tiene talento para los negocios y vive entre el despacho y el hogar. Marion se dedica sólo al cuidado de la casa y los hijos. Norma Miller Vale (Stanwyck), divorciada, antigua empleada de Clive, vive en NYC, donde tiene un negocio acreditado de diseños de moda.

El film suma melodrama, romance y crítica social. Forma parte de los trabajos de Sirk producidos por Ross Hunter, que constituyen un cuerpo diferenciado de los producidos por Albert Zugsmith. Aunque los segundos se consideran en general mejores que los primeros, el film que no ocupa constituye una pequeña joya en la que brillan la madurez del realizador, su talento, su agudo sentido crítico y su etapa de plenitud. Es una obra en la que son más importantes las cosas que se insinúan, sugieren o apuntan, que las que se dicen explícitamente. Los datos e informaciones más relevantes por su acidez y sentido crítico, se presentan disimulados u ocultos de forma implícita.

El espectador ha de advertir que está llamado a aguzar su capacidad de percepción y su intuición para poder captar la riqueza de matices que contiene el subtexto y sus entresijos subliminales. Mucha información se expone mediante el juego de luces, la puesta en escena, las características de los encuadres, la posición relativa de los actores entre sí, respecto del decorado y de sus posiciones previas. Hace uso de valores simbólicos, o segundos sentidos, de objetos comunes (el fuego de la chimenea, la chimenea apagada, la cafetera que quema...) y de paralelismos (el robot de juguete Rex). Tiene gran importancia el gesto y la mirada, en especial la suma de las dos cosas. La composición de las imágenes no es nunca casual o decorativa: esconde significados tan importantes como las sensaciones que suscita la visión de los soportes del pasamanos de la escalera interior, los barrotes del panel que separa el recibidor de la sala de estar, la estructura de la librería de estantes, etc.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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