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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
6
Drama Jeanne Charmant Killman (Isabelle Huppert), juez de instrucción, es la encargada de instruir y desentrañar un complejo caso de malversación de fondos en el que está implicado el presidente de un importante grupo industrial. A medida que avanza la investigación, se da cuenta de que su poder es casi omnímodo. Pero, al mismo tiempo, y por causa de su adicción al trabajo, su vida privada se tambalea. (FILMAFFINITY)
18 de noviembre de 2007
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Título realizado por Claude Chabrol y escrito por él en colaboración con Odile Barski. Se inspira en hechos reales de mediados de los 90 (caso Elf). Se rueda durante el verano de 2005, en exteriores de Paris e Yvelines y en plató. Es nominado al Oso de oro de Berlín. Producido por Patrick Gadeau, se estrena el 16-II-2006 (Festival Berlin).

La acción tiene lugar en Paris, en 2005. Jeanne Charmant-Killman (Isabelle Huppert) es una jueza de instrucción que tiene asignada la investigación de un caso de corrupción política a gran escala. Casada y sin hijos, ordena la detención de Michael Humeau (François Berléand), presidente de una importante corporación industrial y se enfrenta a una compleja malla de complicidades. Su figura se inspira en la de la jueza Eva Joly, instructora del caso Elf. Sus apellidos significan "encantadora matahombres".

El film es un drama y, a la vez, un thriller con elementos de comedia y de intriga. Se manifiesta a favor de la igualdad de la mujer. La protagonista, Jeanne, y su ayudante Erika son dos mujeres valientes y competentes, que realizan su trabajo profesional con gran solvencia. Superan a los hombres que las rodean: un ayudante judicial mediocre, un imputado frágil, un marido apocado, etc. Como de costumbre, el realizador critica a la burguesía, que presenta fumando grandes puros, vistiendo costosos trajes, hablando vanidosamente y bebiendo armañac. La acción se mueve en torno a una idea central: el poder embriaga, ciega y corrompe a las personas. La visión del realizador es pesimista: nadie se puede sustraer siempre a la fuerza de seducción del poder y del dinero. Realiza la obra con el equipo habitual de los últimos films y rueda de acuerdo con sus constantes de siempre: se ciñe a un hecho concreto, lo analiza en una de sus fases, se explica con sencillez, evita las complicaciones formales, le agrada vincular el relato con la actualidad, se sirve de un estilo realista con destellos documentalistas, etc. La película da gran importancia a los diálogos, que se erigen en el factor principal que explica y hace avanzar la acción. Bien elaborados, son claros y rotundos ("No me importa la imagen de la justicia, sino la justicia"). Hace uso de sutilezas y sugerencias (guantes rojos, símbolo de manos manchadas). Es un film de interiores, diálogos y personajes.

La música, de Mathieu Chabrol, ofrece una partitura original intensa, de melodías sonoras y vibrantes. Añade dos fragmentos de óperas de Verdi y Catalani y una de "Peer Gynt", de Grieg. La fotografía, de Eduardo Serra, mueve la cámara con sobriedad y versatilidad. Ofrece tomas largas (detención de Humeau), juegos de planos y contraplanos (interrogatorios) y varias figuras en un mismo plano (intimidad del hogar). La luz es escasa en las dependencias policiales y abundante en la calle y el hogar. Es magnífica la interpretación de Isabelle Huppert, que da al personaje la apariencia de fuerza y fragilidad que le corresponde.
Miquel
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