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España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
7
Drama El empleado de banca Jason Lair (Josh Lucas) es un hombre sencillo que desea llevar una vida normal, pero no es tan fácil. Se acaba de separar de su mujer, una pintora que se ha ido a Nepal, y tiene que cuidar a su hijo Zach (Jonah Bobo), que tiene seis años. Con ellos vive el abuelo Henry (Michael Caine), un arqueólogo enfermo que está investigando rituales para su inminente funeral. Cuando Turner (Christopher Walken), padre de Jason e ... [+]
23 de octubre de 2005
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera película del director, inspirada en hechos autobiográficos. Rodada en Nuevo Méjico a partir del 23-XI-2003, con un presupuesto reducido, obtuvo el premio a la mejor película del Festival de San Diego y los premios del Jurado y al mejor actor (C. Walken) del Festival de Montreal.

La acción tiene lugar en Nuevo Méjico en 2002/03. Narra la historia de cuatro generaciones de los Lair (abuelo, padre, hijo y nieto), en el momento en que Jason (Josh Lucas), empleado de banca, acaba de separarse de la mujer y toma a su cargo el hijo Zach (Jonah Bobo), de 6 años. El abuelo, Henry (Michael Caine), vive en la casa de Jason, al que ha cuidado como a un hijo durante más de 30 años, mientras siente la proximidad de la muerte. Sin aviso, se presenta, tras larga ausencia, el hijo pródigo, Turner (Christopher Walken), antiguo músico, ex-drogadicto y presidiario. La muerte del abuelo, el testamento y su valioso legado arqueológico, determinan el desarrollo de la acción. La película invita a hacer una reflexión sobre la familia, sus funciones de integración social, educativas, emocionales, de apoyo y refugio. La de Henry se vio perturbada en el pasado por un hecho trágico, del que nadie habla. La convivencia de padre, hijo y nieto en un largo viaje brindará la oportunidad para que se sinceren, descubran los secretos del pasado, afronten los errores y obtengan el perdón. La obra exalta, con un toque de ironía, los restaurantes KFC y la enorme resistencia de las furgonetas Volkswagen. Con un lenguaje sencillo, cálido y próximo, que envuelve al espectador, desarrolla una narración que suma lirismo, humor, comedia y drama y practica el sano ejercicio de tratar la muerte con humor. Rehuye la ampulosidad y la grandilocuencia: busca explicar una historia sencilla, sin alardes y con modestia.

La música, dirigida por David Baerwald ("Hurly Burly"), recoge temas conocidos de Bob Dylan ("On The Road Again"), Tom Waits ("Olds Shoes"), Leon Russell y composiciones propias, acompañadas por la New Velvet Pillow Orchestra. Refuerza los sentimientos de dolor, añoranza, alegría y acercamiento, de los protagonistas. La fotografía ofrece una bella narración visual, que muestra preferencia por los marrones y grises, los cielos inmensos, la iluminación cruzada, las escenas nocturnas y los perfiles del dibujo, con resultados satisfactorios. El guión construye frases breves y claras, irónicas y cómicas, dolorosas y desgarradoras, que confieren al film un dinamismo intenso y pausado. La historia, elaborada por el director a lo largo de 10 años, aporta una narración bien construída, entretenida, digna y grata. Basa el humor en travesuras, hechos cómicos y alguna extravagancia, en ocasiones excesiva (la afición de Katrina a los películas gore). La interpretación de Caine es excelente y brillante la de Christopher Walken.

Opera prima del autor, realizada con elegancia, consistencia y naturalidad. Es un trabajo correcto e interesante, que complace y promete.
Miquel
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