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Voto de José (FullPush):
7
Cine negro. Thriller. Drama Después de algún tiempo retirado, el asesino profesional Frankie Bono vuelve a Nueva York para hacer otro trabajo: asesinar a un mafioso de poca monta. A pesar de sus intentos de pasar desapercibido mientras persigue a su víctima, Bono es reconocido por un antiguo compañero de orfanato. Pero no será el único error que cometa... (FILMAFFINITY)
18 de febrero de 2012
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joder, es imposible no reparar en aquella obra de Melville, estrenada seis años después, mientras uno se pasea por las calles de este NY de un implacable blanco y negro, curiosamente de tonos apagados. Tanto como la mirada, perdida, de nuestro protagonista, un correcto Allen Baren que también, observo, dirige y co-firma el guión de la cinta... con dos huevacos. El resultado es realmente notable, una verdadera muestra de talento y buenas maneras no sólo tras la cámara sino aún más allá, en ese territorio fantasmal que se crea una vez el mecanismo fílmico se pone en funcionamiento, lo que viene siendo la creación de mundos perfectamente cohesionados que toman forma a escasos dos palmos de nosotros. Lo jodido del asunto es que pocas veces se consigue la empatía y el grado de implicación, de ensimismamiento, que con la peli que nos ocupa, de tan desarropada de pretensiones y de natural que le ha salido al colega Baren. El trabajo final no es propio de un principiante, ni mucho menos.

También resulta curioso hablar de naturalidad cuando es precisamente una incansable voz en off la que nos va amenizando aún más el viaje, o periplo vital que anuncia muerte, sea del protagonista o de los que le rodean (habremos de esperar a su final, cojonudísimo con ese pueblo -já- fantasma). Esta voz en off que digo, debo aclarar, se halla impecablemente utilizada, y casi podríamos decir que ninguna de las frases que va desgranando, a modo de "stream of consciousness", resulta innecesaria o de pegote. Que nada de afectación por la cara, vamos, eso queda para los pardillos, y nuestro prota es un experto. Pero ay, que como todo experto y como todo hombre, las cosas no siempre le salen como quiere... el inicio, magistral, además de asegurarse la atención de uno para el resto del metraje (hora y pico de ná) anticipa lo que ha de venir: una explosión o ráfaga (blast) de túneles oscuros, los de la pérdida y la soledad como modo de vida.

Por terminar de alguna forma, que a nadie se le ocurra pensar que la inexperiencia de Baron tras la cámara priva al conjunto de algún virtuosismo estético, o técnico, o como se quiera llamar. Para nada. Aún quedará algún que otro detalle -varios- además de los mencionados que se encargue de aupar esta estimable muestra de cine negro (véase el momento "soy Dios"). Si bien hoy día habrá perdido originalidad, como se apunta por ahí, fuerza aún alberga de sobra. Fuerza y una extraña sensación a lo "love is in the air" recitada con saxófono que perduran casi como un sudor en las manos, única posesión del asesino.

¿O acaso el silencio es tuyo?

PD. De 10 los momentos de vuelta a la realidad a través de cierto personaje femenino.
José (FullPush)
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