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Voto de José (FullPush):
5
Comedia Un crítico teatral que acaba de casarse decide visitar a sus ancianas tías antes de marcharse de luna de miel. Durante la visita descubrirá que las encantadoras viejecitas tienen una manera muy peculiar de practicar la caridad. (FILMAFFINITY)
19 de septiembre de 2011
24 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pero lo soy, qué coño. Así me hicieron. Al igual que necesidad fisiológica es el reír, comentan, yo tengo por costumbre también, no sé si insana, el quejarme cuanto pueda. Encuentro un placer inconfesable en ello, fugaz en todo caso, como todo lo bueno. Así, en su día me contuve de menospreciar "Una noche en la ópera", por ser sus intérpretes los simpáticos hermanos Marx; me contuve también de degradar "Con faldas y a lo loco", por ser su director mi amado Billy Wilder; y hoy, bueno, hoy es hoy y ya estoy hasta los huevos. Mi vena destroyer me reclama, me insta, me obliga a hablaros de este engendrillo de comedia rancia, barata y sí, apolillada, término que me encanta, como ya sabrán mis detractores. Y es que las tres obras mencionadas comparten todas ellas unas características comunes, que no son sino ingenuidad, buenismo y azúcar y nadería en cantidades industriales, blandura en general y un halo de conformismo y autoindulgencia que echa pa atrás. Todo muy soso, todo muy educado y aséptico, prescindible y con una falta de riesgo alarmante. Ni comedia negra ni hostias. "Arsénico por compasión" ha perdido cualquier carga de frescura y valentía, de manera que valdrá, si se tercia, para eso que llaman "matar el tiempo", frase esta de lo más tonta. Mira tú, como la cinta.

Que sí, que hay que encontrar la perspectiva, que no toda obra ha de verse de la misma forma, que reparten piruletas en la esquina, alcánzame una. Mi abuelica a mi lado, bendita ella, se reía mientras yo me iba poniendo blanco ya de la vergüenza, con tantas idas y venidas, con tanto intento de humor de enredos (que no enredo, gracias a Dios), lugares comunes, histrionismo, griterío y aspavientos cuya función no me queda clara: ¿marear al espectador? ¿Destrozarle los oídos? ¿Demostrar su aguante, su hombría? Porque lo que es ejercitar la maquinaria de la sonrisa nada de nada. Si acaso una mueca gélida por esa búsqueda constante por parecer cada vez más gilipollas (Grant nunca dio más asco).

No quisiera yo parecer capullo, no, pero está claro que el tiempo gusta de cambiar cosas de sitio. Vayan abriendo el cubo de basura: la comedia, por lo visto, no es su género favorito.

Joder, qué a gusto me he quedado. Y qué rápido se me calienta la boca. Dichosa fisiología.
Como la retención de líquidos, reprimir la mala baba promueve el hijoputismo.
Estimado grupo de terapia, se agradece vuestra comprensión y, cómo no, el voto negativo.

"¡Caaaaaaaaaaaaaarguen!" ¡A mear se ha dicho!
José (FullPush)
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