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Voto de RAMON ROCEL:
7
Western Ransom Stoddard (James Stewart), anciano senador del Congreso de los Estados Unidos, explica a un periodista por qué ha viajado con su mujer (Vera Miles) para asistir al funeral de su viejo amigo Tom Doniphon (John Wayne). La historia empieza muchos años antes, cuando Ransom era un joven abogado del este que se dirigía en diligencia a Shinbone, un pequeño pueblo del Oeste, para ejercer la abogacía e imponer la ley. Poco antes de llegar, ... [+]
10 de septiembre de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un obra plena de madurez. “Lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer”. La gente que admira esta película, la considera un parte aguas y a la vez un epilogo en la historia del western. En la historia de la nación.
Compleja ciertamente. Desde el punto de vista de mostrar a un héroe anónimo. Desde la penumbra. Este héroe (John Wayne) no quiere honores, no quiere créditos. Ni siquiera reclama a la bella mujer que anhela. Por eso, inexplicablemente le doy un 7. Ya que obliga al profundo estudio psíquico. Y esto a veces es un hándicap. Ya que mi espíritu anarquista, me ha alejado del cine idealista y democrático.

¿Qué hay en la mente de ese asesino anónimo? La respuesta esta en la misma vida de John Ford. Quizás una autobiografía.
En los roles protagónicos que se complementan perfectamente. Lee Marvin destaca como un villano temible.
John Ford y su trió de actores (Lee Marvin, Stewart, Wayne) rompe las fronteras como una locomotora en 1962. Imparable. Mientras el wínchester y el “pacemaker” truenan aún en el viejo oeste. Los nuevos héroes dan paso a una pléyade de vengadores colonizadores en una epopeya que crea una nueva civilización.
Se puede decir que el héroe anónimo de la película, es un tipo sacrificado, de rasgos comunes al héroe de “Casa Blanca” por ejemplo.
Tom Diphon (John Wayne) es un estadista de grandes dimensiones. Su sombra cae como un grito de conciencia sobre los hombros del triunfador en la vida. Que solo se podrá librar de ella, mediante la confesión.
Una mujer puede amar a un cuerpo, pero más a un alma que le rindió tributo de una forma en aras del crecimiento de una sociedad, en la que no tiene cabida el amor personal.
Así que… ¿Quién mató a Lyberty Valance? Yo creo que fue la sana y extraordinaria dirección de John Ford y la conciencia manifestada en su trió divino.
RAMON ROCEL
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