Confidence, como la mayoría de los thriller actuales se sostiene a base de los giros, aunque en esta película ese sea su principal fallo, ya que en ningún momento uno duda de que cualquiera de los personajes puede traicionar al otro, ya que ellos mismos se lo viven diciendo entre sí y al espectador en soliloquios y diálogos que solo son posibles en Hollywood, al tratar de ser audaces y cínicos y quedarse en el intento, en fin, la película no construye relaciones entre los personajes, son como piezas de ajedrez, que se mueven según le convenga al guionista, sin preocuparse de que sus acciones tengan el mínimo de coherencia.