Una idea casi visionaria en su estreno y poco dinero, una torta a las grandes industrias, una oportunidad aprovechada con la posiblemente mayor mentira de la historia del cine y las baterias cargadas, un fenómeno, una chapuza, una leyenda que va directa al frondoso bosque a grabar a una vieja con los pies en el aire, un proyecto sin planes, nunca una buena película.

Y es que no hay una sensación de convivencia, nada es consistente, piedras y ruidos, sin embargo, nadie duda que es genuina, sin más, sin nada más, pero es un juego agotador para el espectador, marea, pierdes la cabeza antes que ellos, luego creo que yo que la sencillez del realismo podría haberse dotado de profundidad psicológica, que hay poca, o social, que no hay nada, ni muchos valores que resaltar, por lo menos no culminaron en folletear.

Tengo dudas sobre si es una película bien conducida, la mayoría de las veces me salgo del monte, otras me atrapa en sus recorridos circulares para llegar al mismo tronco, lo innegable es que ha sido la base de una nueva era, podría haber salido mejor, más profesional y terrorífica, pero el éxito no entiende de explicaciones, actitudes, adaptación o supervivencia, la motivación principal fué crear un producto nuevo, conseguido, y beneficioso, exageradamente triunfador.

Tuvieron esa gran oportunidad, aunque dudo mucho que la crítica la hubiera encumbrado si fuera más seria, los estados de ánimo de sus personajes son un disparate si se analizan, no saben hablar de delirios ni de locurra, no hay anécdotas ni batallitas en lo que cuentan, ni sensación de sed o hambre, sea lo que sea lo que los persigue aburre porque es lo que único que se expone, poner mierda delante de la tienda y el reclamo del colega perdido es un recurso bajo y de poca imaginación, muchos deberían quedarse mirando a la pared.