La sombra de este personaje genera dudas, es cierto, el maestro dirige con la misma agilidad de películas posteriores, en este caso para sacar a una familia media, a la que retrata psicológicamente con notoriedad, de su monotonía, la vuelta del tio iba a suponer la llegada de la espiritualidad al hogar, pero pronto todo empieza a ser una constante intriga, sobre todo para la inteligente sobrina, descontenta con el mundo y esperanzada de que su tocayo le ayudara a encontrar el camino, desde los primeros cambios de impresiones todo resulta secreto, nunca se da a conocer ni descubre su pasado o sus ocupaciones, con lo que va modulando a sus personajes hasta que la situación se va haciendo incontrolable y va quedando definida por pequeños detalles que, sinceramente, no llegan a la altura de lo que se espera, propone un tremendo dilema en la joven sobre su vulgaridad, o sobre como se encuentra el mundo, pero no llega a parecer atractivo la forma en la que el tio hace el mal sin sentido, está claro que representa su odio al mundo o a la vida fácil, pero todo acaba siendo incompetente; sin embargo en mi opinión la mayor decepción es la falta de exploración psiquiátrica que Hitchcock suele mostrar y peor cuando nos lo sirve en bandeja en la primera parte de la cinta con la telepatía o aquel misterioso accidente de bicicleta que después quedan casi en la nada.