Adaptación de la novela de Agatha Christie, irregular en su interés.
Hay personajes interesantes, con carne, como los muy bien interpretados por Glenn Close y Gilliam Anderson, pero también es cierto que su protagonista no tiene carisma, como tampoco lo tiene, me temo, Max Irons, el actor.
Es bastante larga, algo que sucede normalmente con las pelis basadas en novelas de la gran Agatha Christie y tiene de todo, momentos algo tediosos aunque siempre aportando datos interesantes y momentos estupendos, como sus últimos minutos, con gran fuerza dramática y, si no se ha leído el libro ni nadie te ha contado nada, verdaderamente sorprendentes.
Esto en parte redime el resultado final, pero no del todo, pero también es bien cierto que, en líneas generales, se sigue bien y no aburre nunca, aunque la valoración final no pasa del bien.
Podría haber sido mejor, pero la falta de ambición, me temo, la deja en regular.

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