Entretenida mezcla de cine de acción, con thriller policíaco con grandes robos, y también de género catrastrofista.
Todo ello mezclado de forma amena pero que si se reflexiona puede rechazarse por superficial y vacía de verdadero contenido. Ahora bien, yo me hago una pregunta: ¿esto es importante en un filme de parecido pelo?
Y es que está hecho para hacer pasar un rato distraído a la mayor parte de los espectadores que suelen ir al cine, esto es: los jóvenes, quienes aceptan esta clase de productos adrenalíticos donde no tengan que pensar.
Lo cierto es que todo lo que se ve resulta increíble, excesivo (las fantasmadas se suceden continuamente) y puede hacer que te eches unas risas por la presunta estupidez general del conjunto, pero mientras se ve pasas el rato y no te aburres, aunque su metraje es algo más largo de lo que hubiese sido menester y al final se olvide por su inanidad argumental. Pero está bien hecha y sus mimbres lucen aparentes.
No es una buena película, claro que no, pero Cohen sabe filmar y creo que no engaña a nadie.

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